Como viene siendo habitual con la llegada del nuevo año, la Academia de Cine de Hollywood ha anunciado los finalistas a los premios Oscar. Se trata de unas nominaciones muy esperadas por el público, ya que les sirve como orientación a la hora de elegir que películas ver y cuáles no. Ahora bien, ¿alguna vez te habías planteado cuánto nos costaría ver todas las películas nominadas a los Oscar en la gran pantalla? Está claro que el precio variaría dependiendo de la ciudad, pero de media sería 696 € según un estudio realizado por el portal Acierto. En ese importe se incluyen las 44 cintas nominadas, ya sean aquellas que están dentro de la categoría de habla no inglesa, las que optan a mejor banda sonora o las de mejor fotografía.

Para realizar este estudio, se ha tenido en cuenta el precio medio de las entradas en nuestro país (7,24 € en festivos y fines de semana), el coste de las palomitas, las chucherías  y los refrescos. En concreto, solo en las butacas deberíamos gastar unos 318 Euros.

En el caso de coger palomitas y bebidas para todas ellas, el precio aumentaría entre 150 y 220 euros mientras que las golosinas supondrían un incremento de 66 euros. Para calcular el precio, también se ha tenido en cuenta el desplazamiento, estimando que cada usuario invierte entre 10 y 20 minutos en acudir a la sala, lo que supone unos dos euros en combustible, pero al ser 44 películas, el incremento final sería de 88 €.

Diferentes precios dependiendo de donde vivamos

Como no podía ser de otra forma, dependiendo de la ciudad en la que vivamos, el precio final puede variar considerablemente. Sin ir más lejos, los ciudadanos de Barcelona, tienen que pagar de media 9,24 € por entrada. Otras ciudades que cuentan con precios elevados en las entradas son Madrid y Guadalajara, con 8,91 y 8,90 euros respectivamente. En el otro extremos está Albacete, donde por 4,50 € es posible conseguir una entrada.

En términos globales, las comunidades con precios más altos son la de Madrid (ir a ver todas las pelis allí cuesta 769 euros), Asturias (756 euros), Euskadi (721 euros) y Comunidad Valenciana (702 euros). Las que tienen las entradas más baratas, por otra parte, son Andalucía (621 euros en total), Ceuta y Melilla (631 euros); y Cantabria (642 euros).

Solo el 50,3% de los españoles va al cine

El elevado precio de las entradas, ha provocado que un gran número de usuarios dejen de acudir a las salas de Cine, buscando otra forma de ocio más económica. De hecho, desde el año 2002, la tasa de penetración del séptimo arte en España ha caído en picado. En concreto ha pasado del 11,2% al 5%. Según datos publicados por Acierto, casi la mitad de los españoles aseguran no ir nunca al cine.

También nos encontramos con importantes diferentes entre la edad de los espectadores. Son los jóvenes comprendidos entre los 20 y los 24 años los que acuden con mayor asiduidad. Los que menos van son los mayores de 65 años. Todo esto ha provocado que el número de cines en nuestro país haya descendido.

Para paliar esta situación, muchos cines han buscado nuevas estrategia como las películas en 3D, los descuentos o por ofrecer a sus clientes una serie de servicios destinados a favorecer su experiencia. En este punto la implantación de la realidad virtual y la renovación de las pantallas serán clave. Los expertos apuntan al abandono del modelo de proyección tradicional en favor de pantallas LCD u OLED 4K, en 360. Respecto a la VR, permitirá disfrutar de una mayor inmersión sensorial; otro plus para ir al cine.

Es posible un cine más económico

A la hora de intentar conseguir entradas más económicas, la opción más demandada es hacerlo durante el día del espectador, un día en el que el precio ronda los 3 euros de media. También es interesantes comprar las entradas con antelación por medio de una cuponera o similar, afiliarse a una cadena que ofrezca promociones específicas a sus socios sin costes añadidos, ir a sesiones matinales, consultar las promociones estacionales y buscar filmotecas y salas de barrio

También supondría un importante ahorro llevarnos las palomitas y la bebida de casa, aunque esto es un problema ya que en la mayoría de las salas, está prohibida esta práctica.

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