Morning light, Barcelona, Spain by João Cabral
Un día, aburrido, te callas, por si acaso, renuncias a lo evidente, enjaulas la risa, coqueteas con el disimulo, cubres las sonrisas con el abanico, aprendes la seña de treinta y uno, la de pares, el guiño cuando la partida es favorable y solo apuestas por la victoria -que es esta huida-, señalas el norte desde la proa de un barco varado en la arena, burdo decorado, carcasa de papel, los músicos con laúdes y chirimías sobre carromatos de cartón, el camino al exilio de tu propia dignidad. No Hay Nada que hacer. Aquí.