El Puma mundialista

El proyecto que lanzó Pumas en agosto de 2016, que pretendía ser la base de la Selección Nacional de México en el Mundial de Qatar 2022 a tooodas luces resultó un mega fiasco, pues no hay un solo jugador auriazul en la lista final de Gerardo Martino, peeero algunos tienen tanta suerte que ni esta triste realidad va a dejar a los felinos fuera del reparto de la megalana que hará la FIFA entre los clubes que presten seleccionados para la competencia que inicia este domingo.

Como bien supones, estoy hablando de Daniel Alves, cuya convocatoria con Brasil habrá hecho brillar los ojitos de los contadores de Pumas, pues por cada día que el abucheado lateral pase en Qatar, a las arcas felinas llegarán aproximadamente 204 mil 500 pesitos. Echándole cuentas, si la "Canarinha" se avienta la puntada de llegar a la Final (o el Juego por el Tercer Lugar), pesos más, pesos menos, Alves le producirá a Pumas 6 millones 135 mil varitos.

En contraste, nomás échenle cálculo: Si al Tri lo echan en la Primera Fase, al América le entrarán "aprox" 6 millones 750 mil pesos por Memo Ochoa, Néstor Araujo y Henry Martín...

¿Nada mal para Pumas, no crees?

LAS PLAYERAS DE GHANA

Uno podría pensar que todas las Selecciones participantes en el Mundial de Qatar cuentan con un sofisticado grupo de trabajo, que tiene perfectamente medidos todos los detalles para que los futbolistas se dediquen a lo que les compete, entrenar y darlo todo en la cancha.

Y de pronto surge la noticia de que Ghana llegó a la sede de la Copa del Mundo sin sus uniformes de juego, porque al intendente se le olvidó colocarlas en el equipaje. Para colmo, la Federación mandó a pedir las camisetas por correo y ya les avisaron que hay pocas probabilidades de que lleguen antes de su primer juego contra Portugal, programado para el 24 de noviembre.

Los dirigentes de la Selección africana están que no les calienta ni el sol y comentaron a algunos medios de su país, que buscan otras opciones.

No harían nada mal en echarle lente al anecdotario del Mundial de México 1986 y aplicar una parecida a la que hizo la Selección de Argentina, que aquella vez improvisó las playeras con las que enfrentaron a Inglaterra en Cuartos de Final porque su segundo uniforme no era de un material ligero, y meterse al Estadio Azteca con un jersey pesado habría sido un suicidio. El técnico, Carlos Salvador Bilardo, mandó a su utilero a recorrer las tiendas de deportes del centro de la Capirucha y acabaron comprando todo un lote de playeras que se parecían a la oficial, recurriendo después a la valiosísima ayuda del personal del Club América, que pasó horas bordando los escudos y planchando los números para que la albiceleste diera uno de los partidos más recordados de la historia.

Aunque la anécdota suena a prehistoria, dadas las circunstancias, si yo fuera el DT de Ghana ya habría mandado a mi utilero a buscar la "Avenida Venustiano Carranza de Doha"...