El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó este lunes con 13 votos a favor, el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití. Esta misión, que opera fuera del marco de las Naciones Unidas bajo la disposición del Capítulo VII de la Carta de la Organización, tiene como objetivo restaurar la paz y la seguridad internacionales en el país caribeño.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, había hecho un apasionado llamado al Consejo de Seguridad el pasado 22 de septiembre, instando a la comunidad internacional a intervenir para abordar la crisis "estructural y multidimensional" que azota a su nación. La situación en Haití se ha deteriorado significativamente en los últimos años debido a la creciente violencia de pandillas, que ha afectado a la población en múltiples niveles.
En su discurso ante la Asamblea General, Henry señaló que la violencia de las pandillas no solo amenaza a Haití, sino a toda la región. Hizo hincapié en la difícil situación de las mujeres y niñas que son víctimas de violencia sexual, las miles de familias desplazadas de sus hogares y los niños y jóvenes a quienes se les ha negado el derecho a la educación.
La resolución S/2023/709, presentada por Ecuador y Estados Unidos, autoriza el despliegue de la misión durante un período de 12 meses, bajo el liderazgo de otro país y en estrecha colaboración con el Gobierno haitiano. Kenia expresó su disposición para liderar esta misión multinacional y ha mantenido conversaciones con líderes nacionales y regionales sobre la operación.
El objetivo principal de la misión es mejorar las condiciones de seguridad en Haití, que se han caracterizado por secuestros, violencia sexual y de género, trata de personas, tráfico ilícito de migrantes y armas, homicidios, ejecuciones extrajudiciales y el reclutamiento de niños por grupos armados y redes delictivas. Además, la misión facilitará la entrega de ayuda humanitaria en zonas donde su acceso se ha visto obstaculizado por el control de las pandillas.
El financiamiento de esta operación provendrá de contribuciones de organizaciones regionales y Estados miembros, que también se insta a proporcionar personal, equipos y recursos logísticos y financieros. Se busca prevenir el contrabando de armas al país para evitar que lleguen a manos de las bandas.
Es crucial destacar que la misión tiene la responsabilidad de cumplir estrictamente con el derecho internacional y humanitario y debe proteger especialmente a los grupos más vulnerables, como niñas y niños.
Haití ha enfrentado una crisis sin precedentes en los últimos tiempos, con miles de homicidios y secuestros reportados en lo que va del año. La violencia de las pandillas ha obligado a aproximadamente 200,000 personas a huir de sus hogares, y se estima que la mitad de ellas son niños.
La misión política de las Naciones Unidas en Haití, conocida como BINUH, continúa apoyando los esfuerzos del Gobierno para fortalecer la estabilidad y el Estado de derecho. También se espera que esta nueva misión contribuya a la realización de elecciones democráticas seguras en el país y facilite la entrega de ayuda humanitaria crucial para la población haitiana.
La aprobación de esta misión multinacional representa un paso importante hacia la recuperación y estabilización de Haití en medio de una crisis humanitaria y de seguridad sin precedentes.
