Finalmente el el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el desembolso de 7.500 millones de dólares. Pese a ser un paso fundamental, el propio Sergio Massa afirmó que "Es un paso importante, pero seguimos hipotecados por Mauricio Macri". ¿Cuánto de esos fondos quedarán en las reservas del Banco Central?

El Directorio Ejecutivo del FMI concluyó la quinta y sexta revisión del Acuerdo en el marco del Servicio Ampliado para Argentina y habilitó, en forma inmediata, el desembolso de 7.500 millones de dólares, que ya fueron girados al país.

En la conferencia de prensa que brindó tras conocerse el acuerdo, el ministro de Economía Sergio Massa aseguró: "Es un paso importante en la administración de la hipoteca que nos dejó el gobierno de (Mauricio) Macri, pero la hipoteca la seguimos teniendo". "Argentina va a ser un país autónomo sólo cuando se saque de encima esta deuda", completó.

El destino de los fondos

De los 7.500 Millones, sólo 3.400 millones quedarán en las arcas del Banco Central (BCRA) y una gran parte tendrá libre disponibilidad para intervenir en el mercado cambiario, en un “esquema de bandas” del que no se conocen más detalles. Es uno de los puntos que Massa consideraba fundamentales en medio del escenario electoral.

El resto de los fondos están destinados a devolver todo lo que el gobierno argentino consiguió por fuera del acuerdo con el organismo para pagar vencimientos al límite. Los destinos son los siguientes:

• 1.280 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) volverán a China por el pago en yuanes de junio correspondientes al swap
• 753 millones irán a al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)
• El único destino que ya cobró su parte fue Qatar, que ya recibió los 582 millones que había prestado

El trasfondo del encuentro y los pases de factura

El desembolso se aprobó por unanimidad y no hubo anotaciones  o "comentarios" en particular de alguno de los países integrantes del Directorio, que suelen considerarse habitualmente como objeciones. Si expresiones en la reunión.

En ese sentido, China volvió a criticar al organismo por haberle dado a Macri un préstamo que violaba todas las normas del FMI.

Por su parte, su vecino, Japón insistió que Argentina tiene que unificar sus tipos de cambio. Los representantes nipones del organismo siempre repiten como mantra una posición casi de principios señalando la necesidad, como regla, de que todo país miembro debería adoptar el sistema de tipo de cambio único.

Eso abrió una conversación sobre el tema y si bien hubo coincidencia que era deseable ese paso, estos no son los momentos políticos y económicos para darlo.

Massa y Leonardo Madcur, que llevaron el pulso de la negociación de la parte argentina, no escondieron su malestar por el desenvolvimiento de las negociaciones.

El equipo argentino considera que el staff del FMI se pasó de rígido y estiró una negociación que ya estaba cerrada a nivel político con la Casa Blanca.

"En abril el presidente (Joe) Biden nos dijo que íbamos a tener los desembolsos antes del vencimiento y tuvimos que venir a buscarlos cuatro meses después", recordó Massa, que sigue molesto porque considera que el staff estiró una discusión absurda si había que devaluar el 100% o el 60%.

Argentina reclamaba en abril que se le anticiparan los desembolsos del segundo semestre (unos 10 mil millones de dólares) que era apenas una parte del impacto medido en pérdidas de divisas por la histórica sequía.

Y le adjudicó la demora en resolverlo a que se pusiera en duda el real efecto de la sequía, primero, y luego se insistiera en que el remedio sería una mega devaluación.

Ahora, Argentina termina recibiendo no un adelanto, sino con retraso los desembolsos que hubieran correspondido a los semestres anteriores.

En el encuentro Massa-Georgieva que se realizó posteriormente a la votación del Directorio, las bromas para distender el ambiente se mezclaron con chicanas y reproches.

La búlgara que conduce el organismo bromeó con que Massa "le debe un cumpleaños" porque se pasó todo "el fin de semana del 13 de agosto trabajando en el tema". En efecto, aquel día se celebraron las elecciones PASO en Argentina, y al día siguiente el Banco Central resolvió la devaluación del 22% del tipo de cambio oficial.

En respuesta, Massa hizo referencia a la obstinación de los directivos del Fondo de forma (no tan) sutil: "Se que te gusta el Malbec, así que te voy a regalar un Malbec argentino que es mucho menos ácido que el chileno". Fue un mensaje directo al jefe del Hemisferio Occidental del FMI, el ex ministro chileno Rodrigo Valdéz, que encabezó la línea dura del staff y fue muy crítico recientemente respecto de la alta inflación argentina.

Sequía y recaudación

El asunto del impacto de la sequía fue y sigue siendo motivo de debate dentro del FMI.

Massa mostró un ejercicio que hizo su equipo que muestra que si Estados Unidos hubiera tenido una sequía como la Argentina habría perdido este año unos 800 mil millones de dólares de exportaciones.

Una perspectiva que en el equipo de Massa creen que será la opuesta el año que viene. El equipo argentino considera que el país tendrá en 2024 un un superávit de entre 7 mil y 12 mil millones sólo de exportaciones de energía, además de una cosecha más que provechosa.

Este diagnóstico es compartido por el Departamento de Agricultura del gobierno norteamericano, pero no por el FMI que cree que seguirán las complicaciones climáticas.

Por eso, Georgieva ordenó un estudio específico sobre el cambio climático y su posible impacto en el mercado energético, que se conocerá próximamente.

La sequía también modificó los objetivos de reservas netas: El nuevo objetivo de reservas netas para fines de 2023 estará ajustado a la merma real por las condiciones climáticas. En el Staff Level Agreement (SLA), esa cifra estaba en “alrededor” de mil millones de dólares, ampliamente flexibilizada de los 8 mil millones originales anteriores a la renegociación.

En tanto, otro de los ejes de la discusión rondó en torno a la recaudación impositiva como mejor respuesta que la devaluación.

Massa puso sobre la mesa los éxitos de las medidas implementadas para la recaudación fiscal, como la aplicación del impuesto PAÍS a las importaciones.

"Habrán visto que fue más efectivo el impuesto país que la devaluación", le dijo el ministro argentino a Georgieva.

El primer objetivo del Fondo respecto a Argentina es que el país acumule reservas como sea para pagar la deuda. Toda la estrategia de los economistas del organismo se sostiene en esa premisa, aunque en el equipo argentino difieren que la manera sea con devaluación y freno de importaciones.

Según los números del Palacio de Hacienda, la devaluación impuesta fue menos efectiva que las medidas impositivas sectoriales, como el dólar diferencial para exportadores de granos, en términos de recaudación de reservas.

"Nosotros tenemos un debate con el Fondo porque creemos que fue mucho más efectivo el Impuesto País que la devaluación que nos impusieron y que va a agravar en agosto la inflación", planteó Massa.

El tigrense agregó que desde que se aumentó el Impuesto País el BCRA sumó 1.700 millones de dólares de reservas.

"Juntamos más reservas y no aceleramos la inflación, no está claro que sumemos reservas por devaluación", indicó el ministro.

Por otra parte, para 2023, el objetivo de déficit fiscal es 0,9%, pero Massa le contó a Georgieva que enviará al Congreso el Presupuesto 2024 con meta cero.

“Le voy a exigir al Congreso que traten la separata que recorta los beneficios presupuestarios y tributarios a empresas y directivos en un 4,5% del PBI”, explicó.

La recaudación y la sequía: las dos claves detrás de los desembolsos el FMI es una publicación original de El Ágora Digital.