Por NICOLÁS CASSANELLO

Hasta hace un par de años atrás, el comercio exterior argentino estuvo fuertemente imbuido de un paradigma de tórrido control sobre las importaciones y exportaciones. Conviene detenerse en el adjetivo, porque el “control” en sí mismo no es indeseable. Como dijera Paracelso: “Todo es veneno; nada es veneno. La diferencia está en la dosis”. El problema reside en cómo se regula, en cómo se aplica, en cómo se controla.
El Estado se esmeró en mirar su ombligo burocrático, multiplicando la creación de organismos y regímenes informativos, apelando a la tramitación de licencias y permisos ante reparticiones extra-aduaneros, aplicando restricciones de hecho y favoreciendo desviaciones de poder por parte de funcionarios y empleados públicos. Lamentablemente, ello no se tradujo en un mejor acceso a mercados externos para PyMES, en una diversificación de la oferta exportable, en una mejor incorporación de tecnología al mercado interno, en un control de la inflación, en evitar el monocultivo, o en otros objetivos igualmente declamados.

El cambio de gestión parece haber comprendido que el control constituye una de otras tantas facetas de la política de internacionalización de empresas.
Es decir, una vez que el Estado decide que es lícito (y/o beneficioso y/o estratégico) importar y exportar, y define las reglas para que los actores se desempeñen en el tablero, el control aparece como una herramienta necesaria para advertir extravíos y detectar oportunidades para mejorar el desempeño de los protagonistas. De esta manera, los intentos por apuntalar la competitividad de las empresas argentinas, parece erigirse como nuevo paradigma que atraviesa la política de importaciones y exportaciones vigente.

Si bien resulta complejo escudriñar la realidad y pensar en hipótesis que favorezcan una mejor inserción de nuestras empresas en la aldea global, este análisis sobre la “competitividad” no debería derivar una discusión sobre el sexo de los ángeles. En este sentido, los documentos elaborados por la Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (FeCaCERA) que aquí subimos, demuestran que el secreto de una vinculación inteligente con los mercados externos ocurre todos los días, a la vista de todos.
Este valioso trabajo consiste en un pormenorizado análisis de reglamentos, asuntos y situaciones que deben sobrellevar en forma cotidiana profesionales comex y empresarios, especialmente medianos y pequeños. No reposa en la crítica, sino que además propone soluciones de manera constructiva.

Compartimos estos instrumentos, en su versión vigente a Agosto de 2017. Se trata de cuatro archivos, que abordan los siguientes asuntos:

• Cuestiones aduaneros
• Cuestiones institucionales
• Logística
• Intervención de terceros organismos no aduaneros

Su contenido está sujeto a revisión, y nuevos asuntos se irán agregando y tachando de la lista. En futuras entradas del blog, compartiremos nuestro punto de vista sobre algunos asuntos que pueden ser mejorados.

FeCaCERA – Aspectos Operativos de La Competitividad: ADUANA by Nicolas Cassanello on Scribd

FECACERA – Aspectos Operativos de La Competitividad – Faz INSTITUCIONAL by Nicolas Cassanello on Scribd

FeCaCERA – Aspectos Operativos de La Competitividad: LOGÍSTICA by Nicolas Cassanello on Scribd

FeCaCERA – Aspectos Operativos de La Competitividad: INTERVENCIÓN DE ORGANISMOS NO ADUANEROS by Nicolas Cassanello on Scribd

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