Yo caminé por tus calles adoquinadas,
esas de San Telmo y Palermo,
las de la bohemia de antaño.
Vi la historia de Julio y Jorge Luis,
los amores azul y oro de Diego,
la rosada casa de Nestor y Eva,
y que más que de ellos, es del pueblo.

Buenos Aires se me pintó histórica,
revolucionaria y peronista,
poética, futbolera, apasionada,
Florida fue un murmullo de gentes,
por donde pasaron tantos, a los que ví,
recostados a una pared, mirándonos pasar.

Escuché el bandoneon de caminito,
cansado, pero hermosamente melancólico,
vi los colores que le dieron vida a las chapas,
escuché a la pelota y los niños,
entre los viejo rieles detrás de las casas.

Vi las secuelas de la dictadura,
pero también la valentía de las madres,
sobreposición de libertad ante fascismo,
vi hermandad en cada calle,
latinoamericanidad inconfundible,
me dije una noche, somos hermanos,
tu también eres venezolano,
yo también soy argentino.

Kevin Leonardo.

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