Crónica y fotografías de Elena García Núñez

Los pasados 25 y 26 de agosto el Recinto Feiral de Pontevedra acogió, por segunda vez esa semana, un esperado evento musical organizado por la productora Esmerarte. La segunda edición del Río Verbena llenó la orilla del Lérez de música de distintos estilos y para todos los gustos durante dos jornadas que pueden calificarse como un auténtico éxito.

Sumando los dos escenarios que ocupaban el recinto, uno en cada extremo, un total de 18 artistas de música urbana, rock e indie ofrecieron sus conciertos a un público de lo más variado. Todo ello acompañado de gastronomía, cerveza y bebidas y un
ambiente todavía mejor que el de la primera entrega de este festival pontevedrés. La jornada del viernes 25, aunque más dedicada a la música urbana y rap, comenzó a las 19.15 horas con el turno de los pontevedreses Chroma. En el segundo escenario, ofrecieron un concierto de versiones de rock para los primeros en llegar al festival. Born to be wild, Highway to Hell, Chop Suey! o Killing in the name calentaron el ambiente al más puro estilo rockero como aperitivo de lo que vendría después.

A las 20.00 fue el turno de Trueno, uno de los nombres más esperados del cartel del Río Verbena. El argentino propuso un sonido en directo ligeramente diferente al de sus temas, acompañado por un numeroso grupo de coristas, guitarristas, teclado y percusión que le dieron a su rap un toque muy heavy que recordaba a Rage Against the Machine. Pese a la gran cantidad de gente que ya ocupaba el Recinto Feiral, en el show de Trueno se distinguían perfectamente a sus fanáticos, si bien todos los asistentes coreaban, saltaban y bailaban cada canción. Temas como Feel me??, Atrevido, Tranky Funky, Panamá, Bien o Mal y las reconocidas Mamichula y Los aparatos hicieron temblar el Lérez en esta jornada de celebración del hip hop. El protagonista del concierto se mostró también muy cómodo, agradeciendo a todas las personas que habían hecho posible su primera gira por España durante este verano y ofreciendo también varios versos en freestyle, demostrando el talento que le hizo ganar la Batalla de los Gallos 2019 en Argentina. La intensidad siguió subiendo y el rap hardcore continuó con Sangria, Tierra zanta o Fuck el police, que se convirtió en un alegato de todo el público contra el abuso policial y culminó con un final épico con llamaradas por todo el escenario.

Con los ánimos muy arriba llegó el momento del concierto de La Mosca Valiente, que a las 21.15 comenzó su concierto de versiones de los himnos del pop español y del indie patrio más reconocidas. A cualquier otra parte, Héroes del sábado, Emborracharme o Turnedo fueron cantadas por todo el público que acudió a ver al dúo pontevedrés al segundo escenario del recinto, en un concierto que finalizó con un cameo a la guitarra del chef Pepe Solla, confeso fan del indie y habitual en ambientes musicales del estilo.

Otro de los shows más esperados fue el de SFDK, que desde las 22.00 horas ofreció el segundo concierto de hip hop de la noche, con mucho ritmo, llamaradas y poniendo a todo el público a bailar y cantar. Los asistentes, de todas las edades, pudieron revivir temas míticos como Está to’ feo, El niño güey o El liricista en el tejado, así como otros más recientes como Señores en el brunch o Ringui dingui, todos ellos cantados por un Zatu Rey muy animado, acompañado a los coros por el MC Legendario (ex Dogma Crew), como suele ser habitual. El propio Acción Sánchez también cobró mucho protagonismo en el concierto, luciéndose una guitarra-mesa de mezclas en los interludios que sonaba al más puro hip hop. El repertorio del concierto de los andaluces sirvió de carta de presentación para su último disco, “Inkebrantable”, si bien también recordó viejos tiempos y se dedicó a la celebración de los 20 años que “2001: Odisea en el lodo” cumple este 2023. También hubo sorpresas, como una aparición de Kaze para acompañar los temas Agua pasá y Orgullo titiritero que emocionó a los más fanáticos del público. La fiesta ya estaba más que inaugurada en el Recinto Feiral cuando Sin miedo a vivir y Un pobre con dinero sirvieron como colofón para el concierto de unos SFDK que fueron sin duda uno de los platos fuertes de este Río Verbena 2023.

A partir de las 23.15, el folclore electrónico de O Rabelo fue el penúltimo concierto de la jornada, sumando un tono reivindicativo a la misma con su músico y discurso sobre discriminaciones en la música y el hip hop. Ya a la medianoche llegó el momento más esperado de la noche: el show de Dellafuente, que llenó hasta arriba el Recinto y destacó por unos visuales y puesta en escena impresionantes así como por un fenómeno fan que se hizo más que notar entre las primeras filas del público. Con una escenografía perfectamente dirigida que recordaba a sus videoclips, un BMW, una mesa de DJ y numerosos actores ataviados en un estilo urbano fueron los protagonistas de todas las canciones. El granadino puso a todos los asistentes a corear temas como Yalo yale, Flores pa’ tu pelo, Corazón mío o Sharila, así como las reconocidas Guerrera y Buenos genes, completando un concierto que fue otra de las estrellas de la noche y uno de los principales atractivos de esta edición del festival pontevedrés, que suponía la única fecha en Galicia del artista.

La música continuó en las horas siguientes, con dos sets de los DJs Thom Archi (el único que repetía del cartel de la primera edición) y Certain People que llenaron de fiesta el Recinto Feiral hasta las 2.45 de la mañana, clausurando así una primera jornada festivalera en la que todos los estilos de música se conjugaron a la perfección, con un público también a la altura y dispuesto a continuar con la diversión a cada momento.

El sábado fue el día de celebración para los más fans de la música alternativa e independiente. La fiesta comenzó algo antes, a las 18.00 horas con el bolo de Desconcerto que inauguraron la jornada con versiones acústicas de temas en inglés y castellano muy reconocidos, así como algunos temas propios. A las 18.45, con un recinto ya bastante lleno, comenzó el segundo concierto de la tarde, el del dúo compostelano Blanco Palamera. Su dreampop y r&b hicieron bailar al público al caer la tarde, en un show que presentaba su último álbum “INTIMIDADE” y en el que se escucharon tanto sus últimos sencillos, Delicado, RENT FREE o MUNDO PEQUENO como los temas más conocidos Sola con mi voz o Pelear. El buen ambiente era innegable en el Recinto Feiral, aunque había cambiado totalmente desde el día anterior. El indie estaba totalmente instalado en la ciudad de la Peregrina, el perfil de público era diferente y se notaba una afluencia mayor. A las 19.30 fue el turno de Conductores Suicidas, el tributo pontevedrés a Joaquín Sabina que ofreció un concierto sobrio pero animado que amenizó el atardecer a los asistentes. El ritmo se mantuvo a continuación con Jenny and the Mexicats y su ritmo latino, que a partir de las 20.00 horas puso a moverse a todo el público, muy numeroso y animado.

La música continuó a las 21.00 con el proyecto musical de la ex Operación Triunfo Marilia Monzón, que ofreció temas como La realidad, Trazando rutas o Cruzando el charco y también algunas versiones curiosas llevadas a su propio estilo, como una sorprendente Dile de Don Omar o cumbias populares. Su voz angelical fue bañada por el sol del atardecer, acompañada por un público que bailaba y cantaba dentro de un recinto ya lleno. A las 21.45 llegó el turno de uno de los platos fuertes de la noche, Xoel López y su banda, conformada por Adrián Seijas al piano, Chapo González al bajo y teclados, Fer Lamas a la batería y Mara Rubio a la guitarra, a los que ocasionalmente se unían Tuli y Gato Charro al saxofón y trompeta. El coruñés presentó un concierto único, comenzando fuerte con su mítica Tierra y poniendo a todo el público a cantar y moverse desde el minuto uno con Jaguar, El hombre de ninguna parte, Todo lo que merezcas y su versión personal de Ojalá que llueva café de Juan Luis Guerra. El gallego se mostró muy contento de tocar en casa, hablando en su lengua natal durante todo el concierto y contando anécdotas relacionadas. Así, el público del Río Verbena pudo descubrir que A serea e o mariñeiro fue escrita en Buenos Aires o que su tema con Baiuca, Paxaro do demo, está inspirado en su tío abuelo natural de A Fonsagrada. El concierto de Xoel López fue una auténtica fiesta, con todo el público coreando cada frase y bailando sin parar. Él mismo lo puso como norma, cuando anunció que quedaban tres canciones para el final en las que estaba “prohibido no bailar”. Los tres temas que sirvieron de colofón fueron Ningún hombre, ningún lugar, la ya mítica Lodo y la fiestera Tigre de bengala, encadenada con cánticos del Pontevedra CF a cargo del coruñés y suponiendo un final de concierto apoteósico. Toda la banda que acompañaba a López estuvo muy entregada durante todo el concierto, abundando el buen rollo y el disfrute no sólo debajo del escenario. La despedida también fue una fiesta, con el remix de Galician Army de La espina de la flor en tu costado sonando de fondo mientras el grupo se despedía con una conga improvisada, confirmando que el recuerdo que el reconocido músico gallego se llevaría de la ciudad del Lérez sería duradero.

A las 23.00, los jerezanos Flecha Valona y su power pop fueron los encargados de bajar un poco la intensidad, cantando los temas de su último álbum “Los días pasarán” mientras el público esperaba a otro de los cabezas de cartel. Así, ya a las 23.45 horas llegó el momento más esperado de la noche, y si cabe de todo el festival: el frenético concierto de Vetusta Morla. Los de Tres Cantos presentaron en Pontevedra su último trabajo, “Cable a tierra” con un ritmo increíble, liderado por un Pucho que era incapaz de estarse quieto. Temas como No seré yo o La virgen de la humanidad pusieron a un público muy emocionado a dejarse la voz desde los inicios, que hizo lo propio con canciones con más recorrido como Rey sol o El hombre del saco. La intensidad no decayó incluso tampoco durante Golpe maestro, cuando el concierto sufrió un corte de sonido momentáneo pese al cual el público continuó coreando cada verso. Arreglado el problema técnico, Pucho presentó a la banda y dedicó unas muy aplaudidas palabras al reciente éxito de la Selección Española de fútbol femenino y su victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, no sin mencionar la victoria que también habían supuesto las reivindicaciones feministas protagonistas de los últimos días ante la polémica con Luis Rubiales. A continuación, el repertorio continuó hasta llegar al momento más mágico del Río Verbena, cuando Xoel López se unió a los Vetusta en el escenario y escogió que ambos cantasen junto Finisterre. La complicidad entre los músicos fue palpable y se creó un momento totalmente mágico, con el que costó creer que el momento más emotivo de la noche todavía no hubiese llegado. Porque sí, la emoción creció en los instantes siguientes, cuando la banda de Tres Cantos interpretó la mítica y ya himno Copenhague y las poderosas 23 de junio, La vieja escuela y Consejo de sabios. La intensidad creció con Mapas, cuando el cantante, que continuaba su periplo
incansable por el escenario, bajó a saludar al público y recorrió todo el entorno, de una forma tan frenética que llegó a hacerse daño en una mano. La recta final del concierto repasó algunos de los temas más reconocidos de los Vetusta, como Sálvese quien pueda, Valiente o la animada Saharabbey Road, que consiguió poner a todo el público a corear durante minutos. Tras el agradecimiento final por parte de la banda, llegó el apoteósico final con Cuarteles de invierno y la espectacular Los días raros, uno de los temas más especiales de la banda que consiguió crear un ‘crescendo’ con el público hasta el final, cuando se negó a despedirse del grupo y continuó los coros finales de la canción hasta que se apagaron las últimas luces. El show que ofrecieron Vetusta Morla puso el broche de oro al Río Verbena, creando un recuerdo imborrable en la mente de los numerosos seguidores que lo esperaban.

Tras un vaciado considerable del Recinto Feiral, los más animados pudieron continuar dándolo todo a la 1.15 de la madrugada, cuando The Rapants comenzaron su concierto dando las gracias a los Vetusta, “os mellores teloneiros que tivemos nunca”. Los de Muros hicieron que el indie no parase de sonar, presentando su aclamado “O corasón como un after” con un ritmo imparable. La fiesta se clausuró pasadas las 3.00, tras un set de Galician Army que repasó algunos de los temas que sonaron en el recinto en la última semana, como La espina de la flor en tu costado de Xoel o Turnedo de Iván Ferreiro, con sus remixes propios
añadiéndole el punto de techno y electrónica que más deseaban los últimos asistentes.

La segunda edición del Río Verbena no sólo se desarrolló sin incidentes, sino que lo hizo con total satisfacción y precisión, con sistemas de seguridad muy controlados y ni un solo retraso. La única mejora que podría proponerse sería añadir más zonas de
descanso para comer y sentarse en el recinto, si bien este había mejorado ya significativamente con respecto al año pasado. Por todo lo demás, el festival de Pontevedra continúa haciendo méritos para situarse como una de las fechas más destacadas del verano festivalero en Galicia.

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