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¿Por qué el ayuno es tan impopular entre los músicos cristianos?

Un amigo fue guitarrista en la banda de uno de los cantantes cristianos de máximo renombre en Latinoamérica. La forma de dirigir adoración de este cantante y sus canciones las entonan miles de iglesias en el continente. Y no era para menos, sus conciertos no eran conciertos, sino verdaderas reuniones de adoración. Personalmente, yo siempre me preguntaba en qué estribaba el éxito de ese cantante y su banda. Obvio, uno suponía que oraban mucho y que a eso se debía su intensidad y profundidad al adorar. Y, efectivamente, a los años me hice amigo del guitarrista y me confirmó que sí, que el cantante motivaba mucho a la banda a la búsqueda de Dios y hasta solían planificar retiros de oración y días de Ayuno.

Como a mi amigo no necesariamente le gustaba ayunar, me contó que cuando formaba parte de la banda y les decían que tal día se reunirían para ayunar, junto con otro músico y sin decirle a nada a nadie, se iban a un restaurante a desayunar abundantemente y de este modo soportar el suplico que a veces les era ayunar. Claro, el cantante ni el resto de la banda nunca se enteraron de esta práctica clandestina de atiborrarse de comida; aun así, a veces sí ayunaba como correspondía, pero otras no. Como él a veces no tenía deseos de ayunar y uno que otro musico tampoco, se confabulaba con ellos para irse a hartar a primeras horas de la mañana.

Sí, puede que te dé un poquito de gracia la estrategia de mi amigo para aguantar los ayunos, y la verdad a mí también, pero hablando en serio: ¿por qué a los cantantes y a los músicos les cuesta tanto ayunar? ¿Por qué casi nunca los ves en los ayunos de la iglesia? ¿Y por qué nunca los ves motivar a otros al ayuno y la oración? La respuesta es sencilla: o no les han enseñado el poder que el ayuno le imprime a la vida cristiana y al ministerio en sí, o simplemente lo conocen y no les importa tener una vida y un ministerio enclenque y sin poder.

Jesús dijo: “Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mateo 6:16-18).

Si leíste el pasaje, comprendes de inmediato dos cosas. Primero, Jesús esperaba que sus seguidores ayunaran. Por eso dijo: “Cuando ayunéis…” (v. 16), “pero tú cuando ayunes…” (v. 17) y “para no hacer ver que los hombres que ayunas” (v. 18). Es decir, él tenía la expectativa de que sus discípulos practicaran el ayuno. Y segundo, Dios mira a aquellos que ayunan y los recompensa abundantemente.

Me voy a concentrar en este último aspecto durante el resto de esta entrada: Dios recompensa a quienes ayunan. Es cierto, el ayuno tiene muchos beneficios físicos para el cuerpo humano y acompañado con la disciplina de la oración, el ayuno consolida la relación con Dios de una forma extraordinaria. Pero quiero concentrarme en la recompensa que experimentan y podrían experimentar los cantantes y los músicos que ayunen. Y para eso citaré dos escrituras muy famosas del ayuno. Como verás, ambas coinciden en el elemento que quiero enfatizar: que los equipos de alabanza que practican el ayuno son usados poderosamente para ministrar la adoración e impactar a su iglesia local de forma muy especial.

Isaías 58 es uno de los grandes capítulos de la Biblia que hablan del ayuno, y aunque en este Dios reprende al pueblo por ayunar mal, también les muestra la forma correcta de ayunar y, además, los grandes beneficios que experimentan quienes lo practican. A continuación, citaré algunos versos que hablan de esos beneficios:

Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia. Entonces invocarás, y el SEÑOR responderá; clamarás, y Él dirá: “Heme aquí” … entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía. Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Isaías 58:8-11.

El texto habla de brillar, de la gloria del Señor como retaguardia, de respuestas inmediatas a las oraciones y hasta de fortaleza física y frescura espiritual. ¿No es esto lo que anhela un ministerio de alabanza? ¿No quisieran que la gloria de Dios se derrame sobre un lugar mientras interpretan las canciones? ¿No sueñan con que la gente sea ministrada, fortalecida y restaurada a través de sus dones musicales? ¡Por supuesto! Pero esto solo se logra con gente comprometida con su relación con Dios a través de la disciplina del ayuno.

Aun ahora —declara el SEÑOR— volved a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento…Tocad trompeta en Sion, promulgad ayuno, convocad asamblea, reunid al pueblo, santificad la asamblea, congregad a los ancianos, reunid a los pequeños y a los niños de pecho. Entre el pórtico y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo… Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días.
Joel 2:12, 15-17, 28-29.

¿Qué dice la Escritura que pasará después de practicar el ayuno? ¿Qué dice la Biblia que ocurrirá cuando vivas una vida de ayuno, oración y clamor? ¡El Señor derramará el Espíritu Santo! Este texto es el mismo que el apóstol Pedro citó el día de Pentecostés en Hechos capítulo 2, cuando explicó a los congregados qué había pasado esa mañana en el aposento alto. ¿Y qué había pasado? Que el Espíritu Santo llenó a todos los presentes. ¿Y qué sucedió cuando se derramó? Los 120 congregados comenzaron a magnificar al Señor y a expresar alabanzas espontáneas producto del Espíritu que inundaba su interior.

Con lo anterior no estoy diciendo que si ayunas experimentarás exactamente lo mismo que experimentaron los apóstoles en el aposento alto. Eso no lo sé, pero lo que sí sé es que esa reunión que describe Hechos cap. 2 fue una reunión encendida de adoración. Hechos dice que cuando el Espíritu inundó a todos, quienes se apilaron para ver qué pasaba allí dentro dijeron: “los oímos hablar las maravillas de Dios” (Hch. 2:11). Es decir, esa reunión matutina se convirtió en un culto de alabanza prendidísima. ¿Y no dice Efesios 5:18-20 que quienes son llenos del Espíritu Santo “cantan salmos, himnos y cánticos espirituales y cantan y alaban al Señor con el corazón”? Sea por donde sea que lo quieras ver, el Espíritu Santo enciende la alabanza, estimula la adoración y catapulta las reuniones de la iglesia.

¿Qué te quiero decir con todo esto? Que los cantantes y músicos que se comprometan con esta disciplina espiritual experimentarán reuniones extraordinarias de adoración cada semana. Cuando se suban a entonar las canciones, el Espíritu Santo inspirará poderosamente, no solo sus propias vidas, sino también de lo que estén congregados. Y cuando toquen la música, el Espíritu Santo estimulará la mente y el corazón de quienes estén reunidos y experimentarán reuniones poderosas, frescas y emocionantes delante del Señor. ¿Producto del carisma del director de adoración? ¿Producto de los grandes arreglos musicales que ejecuten? ¿Producto del buen sonido y de cuánto invirtieron en la compra de sus instrumentos? ¡No! ¡PRODUCTO DE LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO QUE INSPIRARÁ EL CORAZÓN DE TODOS LOS ADORADORES CONGREGADOS!

Pero para que eso suceda alguien debe pagar el precio, alguien debe dejar de comer, alguien debe de invertir tiempo, alguien tiene que tomar decisiones, alguien tiene que sacrificarse, alguien tiene que ser drástico en su búsqueda de Dios, alguien tiene que pasar hambre, alguien tiene que orar y clamar más… ¡y ese alguien debería ser el equipo de cantantes y músicos que anhelan reuniones extraordinarias en su iglesia local!

¿Por qué entonces el ayuno es tan impopular entre los músicos de la iglesia? Porque… o no les han enseñado el poder que el ayuno le imprime a la vida cristiana y al ministerio en sí, o simplemente lo conocen y no les importa tener una vida y un ministerio enclenque y sin poder.

Noel Navas.



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