hace  tiempo que no retomaba este espacio, las obligaciones y la falta de ideas no me permitían sacar contenido mediocre o carente de pasión; lo único que me movió de eso fue el inicio de un paro campesino, de un maremoto con eco de olas veraniegas que el propio presidente subestima como un burgués de clase media y alta que ignora de donde viene lo que come, o en los mal informados extremistas que excusas cualquier manifestación violenta en la hipotética libertad de un  pueblo que viene a ser la voz desafinada de Dios.
no hay que negar que arrullar la tierra y con la magia de la sabiduría popular, casi como mito y con trabajo duro para parir de la tierra unos cuantos frutos no es tarea fácil, menos cuando quienes lo realizan cuentan con una estigmatización cargada de ideas de inferioridad del asadon frente al concreto, cuando la vida y el esfuerzo se apocan frente a una libre competencia  que llena los gasnates de los citadinos   de carros spark que creen que comprarle al campesino es una obra de caridad,porque que asco comer de esas papas llenas de tierra y que oso no comer de esas papas americanas que le gusta a las niñas y vienen con juguete y a precios que dejan para ahorrar para el viaje a Miami o Buenos Aires ,y así se repite día a día.
Y ante esto, ¿donde esta el derecho?, esta el derecho penal para enjuiciar las conductas punibles (de uno u otro lado), el derecho contencioso- administrativo como madre regañona para recordarle al Estado el cumplimiento de sus responsabilidades y hasta el derecho civil y comercial meten sus blancas manos. pero no es suficiente, desmembrar las relaciones jurídicas entre ramas del derecho tan distantes y con dinámicas que, aunque interconectadas, chocan y fomentan aun mas las contiendas en vez de apaciguarlas sin contar que hacen mas peso en el ya paquidermico sistema judicial colombiano.
Así las cosas, no hay que pedirle peras al olmo ni soluciones al agro a ramas y que por mas buenas (o lucrativas) intenciones  no llegaran al fondo de todo, por ello lo mas lógico seria un derecho por y para el campo, un conjunto de normas jurídicas de carácter  objetivo que se encarguen de la regulación de las relaciones y negocios jurídicos propios del campo, entre personas denominadas agricultores, entre estos y personas del común y con  el Estado también. Podría sonar novedoso pero técnicamente hablando ya existe; el derecho agrario seria quien tomara las riendas de todo esto, por y para el campo, desde las parcelas hasta las mesas de negociación con la academia  y las demás ramas del derecho como sus herramientas, no como sus suplentes ; pero no es necesario un diploma en derecho para saber que su espacio es reducido, en altas instancias ya no cuenta con una sala de consulta individualizada sino que se subsume a la sala civil de los tribunales colegiados. Su aplicación desde los estrados se va por las vías del derecho civil y hasta el derecho comercial en una diáspora de normas unas mas anacrónicas y contrariadas que otras mientras  que se buscan culpables frente  a una serie de hechos aislados que aisladamente  nos dejan en el desabastecimiento, la especulación, la zozobra y un sinsabor frente a un candidato a nobel de paz.
Aunque no todo es malo, vago e inexistente en el derecho agrario, recientemente se busca capacitar a jueces y juristas en su alcance, marco jurídico y constitucional e incluso proceso histórico-legal. Todo en un marco de propiedad privada con función social, el derecho al acceso de  la tierra, el desarrollo constitucional donde toda una carta de derechos se despliega para dar tierra al pobre, dar papa y yuca al hambriento y dejarlo todo en equilibrio y armonía  con la ley 160 de 1994 de reforma agraria y vigente hasta la fecha (¿donde esta esa reforma agraria?) ,  pero que al igual que mucho en el derecho, es letra virgen. Ejemplo de eso esta el fracaso de AIS (agro ingreso seguro), un tratado de libre comercio sin mas ventaja que la entrada de los espejisticos productos americanos.
En la interdisciplinariedad del derecho agrario cabe preguntarse su papel en el genesis de este paro agrario y lo que pudo hacer si tuviese un lugar no solo en la mente de los doctrinantes, sino en el derecho material que lo pide a gritos.