BRECHA
14-02-2022
Antonio Quevedo Susunaga
En los últimos días hemos visto que periodistas como Loret de Mola y Carmen Aristegui, han hecho muy fuertes señalamientos a través de reportajes o “seudo reportajes” para atacar a los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador, acusándolo o dando a entender que gozan de los beneficios económicos que el gobierno de su padre Andrés Manuel López Obrador les da.
¡Cierto o mentira? La realidad es que la calidad de los reportajes deja mucho que desear desde el rigor periodísticos, con reportajes que golpean o difaman.
La respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador no se hizo esperar y saco una lista de quienes les pagan a Loret, entre ellos, Televisa con 11 millones de pesos anuales, esto es, casi un millón de pesos mensuales.
El asunto se vuelve complejo, porque si Televisa le paga a Loret para golpear al presidente y su familia, alguien tiene que responder y son los que están pagando al periodista.
La pregunta sigue en el aire.
¿Loret puede señalar, lo que ha dicho del hijo del presidente, cuando no es funcionario de ese gobierno? ¿El hijo del presidente está en su derecho de demandarlo? ¿Qué tan grueso o delgado está el hilo?
En otros tiempos no podíamos decir nada si no teníamos las pruebas contundentes, a esto se le llamaba objetividad. También el trabajo periodístico con principios éticos y morales.
A nadie nos gusta que nos toquen a los hijos, siempre y cuando, no haya elementos que lo fundamente y que sea una manera de desquite político.
Es posible que las publicaciones de Loret sean difamatorias. Y deberá responder ante una autoridad. También el hecho del presidente haya incurrido en una violación legal al dar a conocer datos confidenciales de Loret.
Los trabajos periodísticos difamatorios se han dado siempre, en donde supuestamente periodistas “reconocidos han hecho reportajes difamatorios”, hay muchos ejemplos. También el hecho de que autoridades sin tener una información sólida difaman.
En esta ocasión, estas actitudes de reportajes infundados, difamatorios los podemos encontrar todos los días, publicaciones que le han despojado de credibilidad a dichos medios llamados “nacionales”.
El presidente deberá exigir una investigación y verificar si el periodista ha pagado sus impuestos por el dinero recibido. Y cómo lo ha pagado.
El tema es muy polémico, porque en este asunto de Loret y el presidente Andrés Manuel López Obrador, y sus hijos, estamos hablando de un hilo muy delgado entre la lucha política de grandes intereses, que representan esos escritos todos dirigidos contra el presidente y les pegan a los hijos porque esa es la parte que más nos duele como padres.
La moralidad política que prevaleció durante muchos años, de no meterse con la familia o los hijos menores de una familia, era algo muy significativo que hasta en las mafias del narcotráfico se respetaba. Ahora vemos que “esa moralidad” se acabó.
…En este caso, creo que Loret está recibiendo una respuesta de igual proporción, que puede alcanzar a sus financiadores.
Es en este punto donde se pierde todo compromiso periodístico, todo profesionalismo y desempeño ético. Lo que menos tiene Loret es ética, el dinero que recibe nunca lo ganaría un periodista con su desempeño honesto.
En el fondo de este pleito, Loret sólo es el instrumento usado, los verdaderos intereses son los que pagan porque desean recuperar el poder político de México, sacando al presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto lo podemos observar a lo largo de la historia de los golpes de estado en América Latina. En donde siempre habido “gatilleros” al servicio de esos intereses.
En México, ni siquiera es Alito Moreno, dirigente del PRI o Marko Cortés del PAN, la verdadera oposición en México, los opositores son los que fueron despojados de grandes intereses económicos que sacaban del gobierno mexicano en complicidad con presidentes corruptos y que respondía a esos mismos intereses.
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