Como parte del impulso de la compañía para ayudar a los esfuerzos de ayuda de COVID-19
El fabricante de accesorios para juegos Razer dice que colocará 20 máquinas expendedoras de máscaras faciales en Singapur antes del 1 de junio para ayudar a la ciudad-estado, donde se encuentran las operaciones globales de la compañía, en sus esfuerzos de ayuda a COVID-19, informa Reuters.
«Razer continuará con nuestros esfuerzos para apoyar a Singapur a ser autosuficiente en cuanto a máscaras faciales como nación», dice a Reuters el CEO de Razer, Min-Liang Tan, quien proviene de la ciudad-estado.
La empresa ya cuenta con una línea de producción de máscaras faciales totalmente automatizada en Singapur que la compañía puso en marcha en tan sólo 24 días el mes pasado, después de que inicialmente trasladara parte de su fabricación para apoyar la producción de equipos médicos en marzo. Razer dijo el 24 de abril que ya ha enviado más de un millón de esas máscaras a todo el mundo.
Con sus máquinas expendedoras, Razer se compromete a entregar 5 millones de máscaras gratuitamente a los residentes de Singapur mayores de 16 años, y después de la distribución inicial venderá las máscaras directamente. La empresa también se ha asociado con el fabricante de plástico de Singapur, Sunningdale Tech, para aumentar su producción a 10 millones de máscaras al mes.
Con una población de más de 5 millones de habitantes, Singapur fue elogiada inicialmente por su estrategia de rastreo de contactos, en gran medida exitosa, que le permitió evitar los cierres y mantener el número de casos de COVID-19 sorprendentemente bajo.
Sin embargo, un inquietante aumento de los casos confirmados -desde mediados de siglo hasta más de 25.000- a partir de principios de abril, que se concentró en la población de trabajadores migrantes de la ciudad-estado, ha obligado a Singapur a alterar su estrategia y a aplicar estrictas órdenes de refugio en el lugar. Como parte de sus medidas, el gobierno de Singapur ha hecho obligatorio el uso de máscaras faciales en público, lo que hace más necesarios los esfuerzos de Razer, ya que el gobierno se ve obligado a buscar proveedores.
