Mantener una piscina a una temperatura entre los 27 y 28 °C es bastante complicado en algunas zonas en las que el clima es demasiado frío, al menos, durante algunas temporadas del año. Sin embargo, esto es posible con los equipos apropiados para cada caso, esto es lo que se llama climatizarla.
La ubicación y el clima, al igual que la forma de la piscina, influyen en la manera en la que se deba climatizar. El viento, la temporada y la Temperatura del ambiente se tienen que tener en cuenta. Otro factor que influye, es si la Piscina está al aire libre o bajo una cubierta, e inclusive, la profundidad de la misma.
En Piscinas Ferromar hay una gran cantidad y variedad de equipos que se pueden emplear. Hace falta realizar un pequeño estudio previo de la piscina y del uso que se le vaya a dar para determinar cuál de los sistemas que están ahí es el más adecuado. En algunos casos lo mejor será combinarlos para obtener unos resultados óptimos.
Existen tres apartados fundamentales para la correcta climatización de una piscina, que son la existencia de una cubierta, el sistema de calentamiento y los deshumidificadores. Cada uno cumple con una función distinta, y en conjunto, es lo mejor que se puede hacer para climatizar una piscina.
Cubiertas para piscina
Hay de varios tipos y cumplen con diferentes funciones. Unas se utilizan sobre todo para mantener la temperatura del Agua, mientras que otras se concentran en resguardar la piscina de agentes externos, como la lluvia, y también la hacen más segura al evitar el paso de animales y de niños pequeños.
Las más básicas para climatizar son los cobertores solares. Son de plástico y flotan en el agua a lo largo de toda la extensión de la piscina. Funcionan absorbiendo el calor del sol durante la temporada caliente, lo que hace que aumente y mantenga la temperatura del agua, además de prevenir que se evapore cuando hay períodos demasiado largos de calor intenso.
Por otro lado, las cubiertas bajas permiten elevar un poco la temperatura del agua, aunque su principal función es resguardar la seguridad del piscina. En cualquier caso, son bastante útiles si está en una zona con viento demasiado intenso porque evitan el contacto con el agua, lo que ayuda muchísimo a prevenir que se enfríe. Las cubiertas elevadas funcionan igual, aunque tienen suficiente espacio debajo como para que una persona pueda pasar sin necesidad de entrar en la piscina.
Los sistemas de calefacción
Son necesarios en casi todas las situaciones porque la temperatura del agua tiende a ser inferior de lo que sería agradable para el tacto en general. Hay de varios tipos y es recomendable consultar con algún especialista para valorar el tipo de sistema más adaptable en cuanto a calefacción para cada tipo de piscina.
El más común es una bomba de calor, cuyo funcionamiento es muy similar al de los aires acondicionados. Es bastante barata, sin embargo, no funcionan a menos de 10 °C, por lo que no es útil en las zonas en las que hay un clima demasiado frío. Sin embargo, los calentadores eléctricos funcionan con un calentador, así no tienen este inconveniente.
El sistema de deshumidificación
Se emplea en las piscinas que tienen cubiertas o están en el interior porque el cuerpo de agua tiende a generar demasiada humedad que se acumula. Esto hace que se prevenga el desgaste del mobiliario que está en la misma sala, la aparición de malos olores y ayuda a disminuir los síntomas de las enfermedades respiratorias.
El espacio es más cómodo para los bañistas al evitar que el ambiente esté constantemente húmedo. El nivel de humedad adecuado está entre un 60 y 70%, porque por encima, el aire se satura, y por debajo, se siente demasiado seco. El sistema de deshumidificación a usar podrá variar según el tamaño de la piscina y del espacio en el que esté.
