– Marina Muñoz Cervera –

Cuando la masticación se transforma en meditación.

De todos es conocida la importancia de una buena masticación de los Alimentos, también sabemos que la vida actual nos lleva a tragar los bocados de comida sin apenas de saborear y paladear lo que contienen. Todo ello contribuye a un deterioro de la salud puesto que favorece la obesidad y todas las patologías que se asocian con la misma.

¿Qué es el Zen?

“El Zen es un camino para ampliar la conciencia, una práctica que ayuda a encontrar otra forma de vivir el presente y contemplar la realidad, un arte que consiste en dejar la mente en paz y sosiego”, explica el psicoterapeuta José María Doria, director de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal (EEDT).
“También puede considerarse un estado de consciencia, que puede aplicarse a todas las áreas de la vida, y mediante el cual se revela la naturaleza esencial del ser humano, que está unido al universo de forma indivisible”, añade.

Los empleados de Google, en California, pueden utilizar una hora para almorzar a conciencia en el campus de la empresa estadounidense, una práctica que aumenta el bienestar laboral y que, además, beneficia a la compañía porque, según los expertos, aumenta la claridad y concentración mental y la energía física de los trabajadores y mejora su ánimo, refería La Vanguardia en el año 2012.

La alimentación Zen, a grandes rasgos, se basa en alimentos naturales, de preferencia vegetal. Los cocineros practican meditación activa mientras preparan los alimentos y dan mucha importancia al té, como depurativo del organismo.

Desde el punto de vista Zen, una comida abundante es una acción glotonería, que desprecia a los alimentos y que daña a Nuestro cuerpo.

En Europa, se ha desarrollado una corriente similar, que se llama Alimentación consciente.

En cualquier caso, prestar a la atención es importante y la masticación es fundamental para que nuestro metabolismo funcione mejor.

¿Cómo recomienda masticar la disciplina Zen?

Calma, respiración profunda, atención plena sobre a lo que ocurre en nuestro interior, disfrutando de cada bocado y cada sorbo que ingerimos. Todo ello, preferiblemente en silencio y sin urgencia.

Si nos fijamos en cómo masticamos, de alguna forma, estamos adquiriendo conciencia de la forma en la que alimentamos nuestro cuerpo.

Seguramente, nos daremos cuenta que hay algunos alimentos que tardamos menos en masticar, mientras que para otros necesitamos más rato.

Sin embargo, el estrés de la vida cotidiana, nos hace sentir la masticación como un acto automático.

Si prestamos un poco de atención a la velocidad y eficacia de nuestra masticación, intentando que los alimentos estén completamente triturados antes de tragarlos, nuestra salud nos lo agradecerá.

Enfermedades como la diabetes, el sobrepeso, la obesidad y muchas de las cardiovasculares, se deben a una mala alimentación. Una alimentación saludable asociada a una correcta, rotunda y eficaz masticación de los alimentos, nos da calidad de vida.

¿Cuántas veces masticas cada bocado de comida?

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