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¿Es posible la convivencia de un gato y un hámster?

Los hámsters y los gatos son mascotas estupendas, pero mantenerlos a ambos en la misma casa puede implicar evidentes riesgos. Tu gato por instinto considera al hámster una potencial presa, por lo que es importante mantener a tu pequeño amigo lo más alejado del gato.

Si proporcionas a tu hámster una Jaula segura y lo mantienes en una habitación separada de tu gato, darás a tus dos mascotas la mejor oportunidad de vivir juntas de manera segura y feliz.

Si por el contrario, decides presentarle a tu gato a un hámster, debes tomar algunas precauciones incluso aunque creas que tu gato es pacífico y complaciente.

¿Te preguntas si tu hámster se llevará bien con tu gato? ¿O tal vez tienes un gato y quieres saber si estará bien con un hámster? Estas son siempre cuestiones delicadas, y es bueno que conozcas los inconvenientes de antemano.

Entonces, veamos si es posible la convivencia de un gato y un hámster, y cuáles son los pasos a seguir para lograr este tipo de relación.

Entonces, ¿pueden los gatos y los hámsters vivir juntos?

No se puede decir sí o no de forma firme. Depende del temperamento del gato. Los gatos son depredadores y cazarán todo lo que pueden, a veces solo por diversión. Los hámsters son presas y naturalmente temerán a los gatos.

Pero no todos los gatos son cazadores astutos y eficaces. Algunos son miedosos, o no les importará la presencia del hámster. El hámster, pequeño como es, no puede salir de su jaula y estando en su jaula no puede influir en el gato para que venga a buscarlo.

Pero para saber si tu gato y hámster se llevarán bien, necesitarás saber más sobre los hámsters y los gatos.

1. La personalidad del hámster

Un hámster es una presa en su hábitat natural. Su reacción normal ante la mayorías de los animales es correr y esconderse. Esto supone que  tendrá pánico al ver un gato e incluso al ver a un humano.

Eso es parte de lo que hace que los hámsters sean más difíciles de domesticar que otros animales.

Aún así, no todos los hámsters son iguales. Algunos son valientes e intentarán luchar contra cualquier cosa que se acerque demasiado. Otros son muy relajados y tranquilos, y no les importará nada.

Aún así, otros hámsters serán demasiado tímidos y temerosos como para salir de su escondite cuando sepan que hay alguien cerca. Cada uno tiene su personalidad.

Correr y esconderse es característico de los hámsters, y es un reflejo que los mantiene vivos en la naturaleza.

Algunos hámsters pueden asustarse demasiado con el gato y estresarse, esto puede generar a una serie de problemas de salud como pérdida de pelo, problemas digestivos y un hámster muy gruñón.

2. La personalidad del gato

Un gato es un depredador natural y por ello intentará cazar, no necesariamente para comer, ya que estamos hablando de gatos domésticos. Por ello, el gato intentará cazar al hámster, simplemente porque está allí, por instinto.

En un hogar donde el gato tiene fácil acceso a la comida y no hay muchas oportunidades para ejercitar sus instintos, un hámster asustadizo será una presa muy interesante.

Lo normal es que el gato intente, por todos los medios, llegar al hámster. Pero también aprenden que si no hay forma de abrir la jaula o no pueden introducir su pata, eventualmente desistirá de acosarlo.

Aún así, esperar que tu gato se comporte y respete al hámster no es realista. Le estás pidiendo que niegue su propia naturaleza que es cazar animales pequeños que se esconden en rincones oscuros y pequeños.

Qué debes tener en cuenta cuando tienes un gato y un hámster

Todo lo anterior no significa que los hámsters y los gatos nunca puedan vivir juntos. Se parece mucho a eso, sí, pero hay unos pasos que debes seguir para intentar hacer las cosas un poco más fáciles para todos. Entonces, veamos cuáles son esos pasos.

Esto significa una muy buena jaula cerrada. Los gatos son muy curiosos y decididos, tocarán con sus patas a la jaula tanto como puedan, e incluso acercarán la jaula a ellos, esto supone que incluso la tirarán de la mesa o estante si pueden agarrarla bien.

Una vez que la jaula se cae, puede abrirse y el gato puede encontrar al hámster, o este puede lesionarse cuando si se cae la jaula. Te queda claro que necesitas una jaula que sea prácticamente a prueba de gatos.

Las jaulas de plástico acrílico son mejores con un gato en la casa. Por el contrario, las jaulas con barras proporcionan pequeños espacios para que puedan pasar las garras de un gato. El hámster podría ser arañado.

Asegúrate de que la puerta de entrada esté bien colocada en su lugar y que no se pueda abrir fácilmente. Lo mismo debes comprobar con las otras puertas de la jaula (como puertas correderas para colocar alimentos).

Instagram:@lake128

2. Coloca la jaula del hámster de forma que los lados estén protegidos

Dónde vayas a poner la jaula del hámster es importante. Los gatos generalmente les gusta colocarse en lugares elevados para poder vigilar lo que les rodea.

Pero generalmente se colocan en los lugares altos de las habitaciones en las que pasan mucho tiempo, que suelen ser esas habitaciones en las que las personas del hogara pasamos más tiempo (como la cocina o la sala de estar). Los gatos sienten la necesidad natural de examinar todo, especialmente cuando hay otras personas o movimiento.

Un consejo sería colocar la jaula del hamster en una habitación solitaria y tranquila y en lugar alto, como en un estante que cubra completamente los lados de la jaula, sería lo más seguro.

3. Nunca dejes que el gato entre en la habitación cuando tu hámster esté fuera de su jaula

Si dejas al hámster estar en el suelo, o lo sostienes en tus manos, asegúrate de que el gato no esté en la habitación y que la puerta esté cerrada.

Los gatos son curiosos e intentarán ver lo que tienes allí, o lo que se mueve en el suelo e intentará atraparlo.

De nuevo, si puedes, no permitas que el gato entre a la habitación cuando estés manipulando al hámster. Esto hará que todos estéis más tranquilos y seguros. Y mantendrá la calma del hámster para que sea más fácil de manejar. 

A algunos hámster no les importará que el gato esté presente, y eso es realmente un problema. Un hámster que no teme al gato irá donde él e intentará olerlo, esto casi nunca termina bien y debes evitarlo.

4. Intenta distraer a tu gato o mantenlo alejado de la habitación o de la jaula del hámster

Tanto como puedas, limita las interacciones entre tu gato y tu hámster. Esto significa mantener al gato alejado de la habitación o de la jaula del hámster tanto como sea posible.

Necesitas la cooperación de los otros miembros de la familia, para mantener la puerta cerrada cuando entren, o ahuyentar al gato si intenta abrirla.

Los gatos son muy inteligentes y generalmente encuentran la manera de abrir puertas y cajones que creías cerrados y seguros.

Si tu gato también es un gato de exterior, y sabes que pasa horas en la calle, puedes aprovechar ese tiempo para manipular o alimentar al hámster.

5. Ten expectativas razonables, los gatos son curiosos por naturaleza

Finalmente, no esperes lo imposible de tu gato. Un gato es un gato, y hay muy pocas posibilidades de que deje al hámster tranquilo. Después de todo, el hámster no se diferencia mucho de un ratón.

Los gatos son curiosos, pero también puede suceder que con el tiempo pierda interés en el hámster. Es la única posibilidad que tienes para que puedan convivir las dos mascotas en tu hogar. 

Instagram:@story.of.storm

Cómo empezar una convivencia pacífica entre el gato y hámster

Si a pesar de los inconvenientes, quieres intentar que convivan, primero trata de que las dos mascotas estén separadas manteniendo al hámster en su jaula. Lo segundo que debes hacer, es “convencer” a tu gato de que el roedor es un amigo, no una presa.

Comienza dejando que el gato se siente al lado de la jaula y mira su lenguaje corporal. Si se muestra relajado y mueve la cola, háblale y explícale que el hámster no es un juguete, ni comida. Sin embargo, si está rígido y sigue encorvándose para observar cada movimiento del roedor, haz que se relaje.

Del mismo modo, puedes demostrarle al gato que el hámster es un miembro de la familia hablando con el roedor y acariciándolo. Gradualmente, déjalos que se olfateen, ya que los animales dependen de su sentido del olfato para identificarse y acostumbrarse el uno al otro. Sepáralos de inmediato si alguna de las partes muestra alguna hostilidad.

Continúa haciéndolo hasta que estés seguro de que tu gato no hará daño al hámster. Este será el momento de liberar a tu hámster para que deambule. Siempre supervisa toda interacción. Esto requiere paciencia y persistencia. Si bien pueden pasar días, semanas o incluso meses antes de que eso suceda.

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