Solo cuatro países de América Latina entregan uniformes escolares gratuitos a los estudiantes, como parte de sus políticas de educación y bienestar social; otros, de manera parcial, a los que viven en condiciones vulnerables.

Un levantamiento realizado por Diario Libre en las páginas web de las instituciones educativas de América Latina, reflejaron que México, Ecuador, El Salvador y Venezuela son los países que implementan programas de suministro de uniformes escolares gratuitos a todos sus educandos. La República Dominicana se unirá a este grupo en el año escolar 2024-2025.

En Perú, Honduras, Guatemala y Bolivia no es obligatorio el uso del uniforme escolar y en Chile, Uruguay, Nicaragua y Paraguay el costo de la vestimenta corre por cuenta de padres o tutores. En Cuba, el Gobierno subvenciona el 50 % del costo de las prendas y en Colombia la Secretaría de Educación entrega bonos en algunas comunidades para ayudar a los padres a adquirirlas.

Argentina, por su parte, invierte en becas para que los jóvenes del país tengan derecho a la educación y obtengan libros de texto; así como dispositivos electrónicos; pero no destina fondos para uniformes escolares.

Hasta el periodo lectivo 2023-2024, el Gobierno de la República Dominicana entregará uniformes solo a los estudiantes que viven en condiciones desfavorables.

Las inversiones de cada país en los uniformes escolares varían de acuerdo al número de estudiantes que se van a beneficiar.

Mediante un programa denominado “Paquetes Escolares”, el gobierno de El Salvador provee uniformes, zapatos y útiles escolares al 100 % de los estudiantes de las escuelas públicas. De acuerdo a la Dirección de Programas Sociales, en la partida de gastos del Ministerio de Educación se detalla que este año destinará 73.5 millones de dólares para dicha entrega, en centros educativos públicos desde parvularia hasta bachillerato. La matrícula vigente es de 1,271,000 estudiantes.

En Ecuador se implementa, desde 2007 el Programa “Hilando el Desarrollo”, con la entrega gratuita de uniformes escolares, a fin de fomentar a la par un modelo de inclusión económica, a través de nexos con el sector artesanal de la confección.

El Programa atiende a estudiantes de educación inicial de las zonas urbanas y rurales, de Educación General Básica, ubicados en zonas rurales y para este año escolar fueron distribuidos 649,136 uniformes a un costo de 41.7 millones de dólares.

En México, el programa “Uniformes y Útiles Escolares” beneficia a 1,200,000 estudiantes, solo en Ciudad de México, con una inversión de 1, 275,7 millones de pesos mexicanos para el año actual.

El Gobierno venezolano entrega de manera gratuita uniformes, bolsos y calzados a estudiantes y docentes; todos de fabricación local, pero no publica el costo de las prendas.

Con 4 % del PIB inicia programa en el país

En la República Dominicana el programa se implementa a través del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), y la entrega de la utilería escolar a estudiantes se realiza desde el año 2014, “para garantizar la permanencia en el sistema educativo y mejora del rendimiento escolar”.

La medida se aprobó en el año 2013, cuando el Gobierno comenzó a entregar el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) al Ministerio de Educación.

Los beneficiados eran seleccionados tomando en cuenta los niveles de pobreza, según datos del Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), y el Mapa Interactivo de Desarrollo Humano, del Programa de las Naciones Unidas (PNUD); los cuales establecen cuáles son las zonas más vulnerables en el ámbito socio-económico.

Los artículos escolares se entregan en un kits que contiene: un pantalón, un polo, un par de zapatos, un par de medias, una mochila, tres cuadernos, una caja de lápices de colorear, un juego de cartabones y lápiz de carbón.

Unos 650 mil kits escolares son distribuidos cada año, en 4,953 centros educativos de las provincias más vulnerables. Para este año 2023 la inversión en utilería escolar es de 1,428 millones de pesos correspondientes a los kits que incluyen uniformes, zapatos, medias y mochilas.

En ese sentido, el Inabie informó que ha entregado el 100 % de los kits a los centros del sistema educativo público ubicados en la zona fronteriza que son a los que se destina este porcentaje por ser los identificados con mayores índices de vulnerabilidad.

Han sido impactadas las provincias de Bahoruco, Independencia, Elías Piña, Santiago Rodríguez, Dajabón, Monte Cristi y Pedernales.

También se han entregado útiles de acuerdo con las cantidades parciales correspondientes en Puerto Plata, Valverde, Espaillat, La Vega, Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez, Duarte, Samaná, Hato Mayor, El Seibo, Sánchez Ramírez, La Romana, San Pedro y Monseñor Nouel. En menor medida también fueron entregados los kits en San Juan, Santiago, San Cristóbal, Azua y Santo Domingo.

Cambio de uniformes y los costos

El Estado, a través del Ministerio de Educación, ha decidido cambiar los uniformes que se utilizan en el sistema educativo público desde el año 2017, y anunció que los entregará de manera gratuita a todos los estudiantes, lo que conlleva una inversión de 1,970,966,322.17 pesos

Los uniformes serán unificados en un solo color: un pantalón azul marino y una camiseta azul celeste en todos los niveles de la educación a nivel nacional. La entrega beneficiará a 2.3 millones de estudiantes, de acuerdo a los datos ofrecidos por el INABIE.

Serán adquiridos 2,716,788 pantalones y 2,279,382 camisetas para ser distribuidos en los próximos dos años lectivos.

El precio tope establecido para los poloshirts fue de 332.39 pesos, para las tallas de 4 – 10 y de 385.72 pesos para las tallas del 12 al XL. Los pantalones tendrán un precio tope de 537.56 pesos, para las tallas de 3 al 16 y 695.56 pesos para las tallas de 28 al 38.

De acuerdo a las autoridades educativas, el cambio en los uniformes busca proteger física y emocionalmente a las adolescentes y jóvenes, en relación con el cuidado de su intimidad y período menstrual.

Asimismo, aseguran que el uso de un solo color para los niños y niñas “promueve la identidad e igualdad, reforzando el sentimiento de seguridad, unidad y el sentido de pertenencia al colectivo estudiantil”.