Los segundos zapatos son la solución más acertada para el dolor de pies. Cambiar del taconazo a otro calzado más cómodo puede facilitar mucho el día de la boda. Ahora bien, ¿cómo recoger el vestido para no arrastrarlo? ¡Te lo contamos!

La mayoría de las mujeres sienten devoción por los zapatos y más cuando se trata del día de la boda. Elegir el par en los que calzarse para caminar hacia el altar es un “gustazo” pero, seamos realistas, se suele optar por la opción más alta pero también la más incómoda.

Que el tacón sea lo más adecuado para las novias no es en vano y tiene su explicación: estiliza la figura femenina y aportan esos centímetros de más que favorecen tanto. De hecho, los diseñadores y profesionales de la moda nupcial aconsejan realizar las pruebas del vestido con los zapatos; así las medidas serán correctas y el largo del vestido se medirá con exactitud.

Segundos zapatos

Ahora bien, no todos son ventajas. “Para presumir, hay que sufrir“, algo de verdad hay en el refrán. El día de la boda será, además de intenso e importante, muy largo y estar durante tantas horas soportando el dolor de pies resultará demasiado incómodo. Tanto que incluso puede fastidiar el momento o impedir que se disfrute al máximo. ¿Solución? Tener unos segundos zapatos de reserva.

Aunque la medida del vestido esté acorde al zapato de tacón, muchas marcas –y diseñadores– ofrecen pequeñas soluciones:

1.Cambiar de vestido. Al igual que unos Segundos Zapatos, tener también un segundo vestido de novia más ligero –sin velo, sin cola…– y adecuado para el baile.

2. Mecanismos para recoger el largo. Con enganches especiales o botones, se puede recoger la cola para que no arrastre más y así poder utilizar los segundos zapatos sin ningún problema.

3. Aunque es la menos recomendada, también existe la posibilidad de recoger la cola del vestido en la muñeca de la novia con una goma elástica pero esta puede resultar un poco incómoda y dificultar ciertos movimientos.

El estilo de los segundos zapatos no es determinante y dependerá del estilo y preferencias de la propia protagonista. Existen bailarinas, sandalias, cuñas, plataformas, zapatillas deportivas, botines… ¡Todas igual de válidas! Todas las novias deben prestar mucha atención para que puedan disfrutar con soltura y comodidad de uno de los días más emotivos de su vida.