Atento con estos "goles" mundialeros; la felicidad puede tener una lado amargo.

El solo hecho de pensar que se puede patentar genes da asco a quienes cachamos que la vida no es propiedad. Pero llámese cómo se llame, la ley sigue siendo una apropiación ilegítima de un patrimonio que debería ser de la humanidad.

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