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George Peppard: La estrella que no fue.

George William Peppard Jr., nació el 1 de Octubre de 1928, en Detroit, Michigan. Hijo único de George Peppard, un empresario de la construcción, y Vernelle Rohrer, una cantante de ópera, George pasó su infancia y adolescencia en la ciudad de Dearborn, donde asistió a la escuela Dearborn High. Con el fin de desarrollar su afición por el teatro sin ser molestado por sus compañeros de colegio, él se destacó tanto en el equipo de atletismo, como en el de fútbol americano. Con el fin de dejar aún más en claro su virilidad, el 8 de Julio de 1946, se enlistó en el Cuerpo de Marines. Peppard, que en ese entonces tenía 18 años, fue enviado al campo de entrenamiento militar de Parris Island, para luego ser enviado en agosto a Campo Lejune. En aquel lugar fue asignado a una compañía al interior del Cuartel General de Batallones. Un mes después, fue asignado al primer batallón de la Décima Flota de Marines. En Abril de 1947, sería promovido a cabo, para luego abordar una serie de barcos que lo llevarían a realizar ejercicios militares en distintas bases ubicadas a lo largo de los Estados Unidos. Luego de permanecer durante 18 meses en distintas dependencias de los Marines, el cabo Peppard fue dado de baja con honores del Cuerpo de Marines. Tras su fallido paso por el ejército, se inscribió en la Universidad Purdue para estudiar ingeniería civil, carrera que le había llamado la atención desde su adolescencia, pese a que su madre quería que se convirtiera en pianista profesional.

Cuando todo parecía estar en orden, su padre falleció súbitamente, lo que lo obligó a hacerse cargo del negocio familiar durante un año, donde participó en numerosas obras de construcción que su padre había dejado incompletas. A esas alturas, George ya no podía luchar contra su interés por el teatro, por lo que se matriculó en la Universidad de Bellas Artes del Instituto de Tecnología Carnegie, ubicado en Pittsburgh. Fue en aquel lugar que Peppard se graduó del bachillerato de artes, estudió griego y se interesó por la obra de Shakespeare, lo que lo llevó a participar en varias oportunidades en el Festival Shakesperiano de Oregón, entre 1952 y 1953. Al mismo tiempo que debutaba como actor profesional en el Pittsburgh Playhouse con la obra “The Crucible”, Peppard trabajaba en la radio del Instituto como disc-jockey e ingeniero de la estación, lo que lo ayudó a engrosar aún más su currículo artístico. Después de graduarse, el ahora actor se mudó a Nueva York para estudiar al interior del Actor´s Studio. Peppard y su novia de aquel entonces, Helen Davis, arrendaron un pequeño departamento en Greenwich Village, por el cual pagaban 40 dólares al mes. Para poder pagar dicho departamento, George trabajaría por un tiempo en un banco y como taxista.

Desde el principio de su carrera, Peppard se caracterizaría por ser un tipo directo que no tenía pelos en la lengua a la hora de catalogar un proyecto como mediocre, aún cuando esto podía afectar directamente su precaria situación económica, y enemistarle con agentes, productores, y directores por partes iguales. Pese a esto, el blondo y elegante actor conseguiría trabajo tanto en la radio como en la televisión. Durante su primer año en Nueva York, él junto a otros dos graduados del Actor´s Studios, Pat Hingle y Arthur Storch, fueron seleccionados para participar en una obra de Broadway de Richard Nash titulada, “Girls of Summer”, la cual se estrenó en Noviembre de 1956. Pese a que la obra fue un completo fracaso, la actuación de Peppard fue destacada por la crítica. Desafiando al destino, el trío de actores se embarcarían juntos en otro proyecto, el largometraje “The Strange One” (1957). Aunque nuevamente la actuación de Peppard fue destacada por la crítica, esto no le fue de gran ayuda en términos profesionales. Francamente preocupado por la situación en la que se encontraba, él decidió tomarse un tiempo para reevaluar la elección profesional que había hecho.

Como era de esperarse, su pasión por la actuación ganó nuevamente, lo que llevó a Peppard a aceptar un rol en la serie de televisión Hallmark Hall of Fame and Suspicion. En 1958, obtendría un papel en otra obra de Broadway titulada, “The Pleasure of His Company”, la cual resultó ser exitosa a nivel del público y la crítica. Su participación en dicha obra lo llevaría a firmar un contrato con la MGM, y a participar en un par de producciones del estudio, entre las que se encontraban “Pork Chop Hill” (1959), “Home From the Hill” (1960), y “The Subterraneans” (1960), siendo esta última la primera cinta en la que Peppard obtendría un rol protagónico. Tan solo un año después, el actor trabajaría en la que tal vez es la cinta más importante de su carrera, la comedía romántica “Breakfast at Tiffany´s” (1961), donde interpretaría al interés amoroso del personaje de Audrey Hepburn. Gracias a este rol, durante un breve periodo de tiempo Peppard sería catapultado a la cima de la industria hollywoodense, logrando el estatus que buscó desde el inicio de su carrera. Durante cinco años, el actor participaría con roles protagónicos en cintas como “How the West Was Won” (1962), “The Victors” (1963), “The Carpetbaggers” (1964), “Operation Crossbow” (1965), “The Third Day” (1965), y “The Blue Max” (1966).

En 1964, Peppard se divorciaría de Helen Davis, con quién tuvo dos hijos, para contraer nupcias con su co-estrella en el film “The Carpetbaggers”, la actriz Elizabeth Ashley, con quién tendría a su tercer hijo, Christian. Ya durante la segunda mitad de la década de los sesenta, su carrera comenzó a declinar, lo que de todas formas no le impidió participar en cintas como “Tobruk” (1967), “House of Cards” (1968), y “Pendulum” (1969), entre otras. Lamentablemente, aunque por un lado Peppard demostraba ser un actor sumamente preocupado de su trabajo, lo que lo llevó por ejemplo a tomar clases de aviación para interpretar al piloto alemán Bruno Stachel en la cinta, “The Blue Max”, su afición por el alcohol desarrollada durante los años en los que intentaba lidiar con el hecho de que la fama le había sido esquiva, y su carácter complicado que lo llevó en más de una ocasión a estallar en los sets de filmación, lentamente lo fueron confinando a participar en producciones de bajo presupuesto. Durante este periodo, Peppard gozó de cierto éxito gracias a su participación en la serie de televisión, “Banacek” (1972-74), y al papel que interpretó en el telefilme, “Guilty or Innocent: The Sam Sheppard Murder Case” (1975), el cual fue ampliamente alabado por la crítica, lo que por un breve instante lo situó nuevamente como un actor respetado. Sin embargo, su mal ojo para escoger roles en el cine terminarían por sepultar su ya alicaída carrera.

Durante los setenta participaría en films mediocres como “One More Train to Rob” (1971), “The Groundstar Conspiracy” (1972), “Newman´s Law” (1974), y “Dammation Alley” (1979), y en series de televisión que serían canceladas sin pena ni gloria, como “Mid-Air Crash” (1975) y “Doctor´s Hospital” (1975-76). En 1975, Peppard contraería matrimonio por tercera vez, con la también actriz Sherry Boucher-Lytle. Debido a la escases de ofertas laborales a la que se enfrentaba en aquel entonces, en 1979 decide producir, dirigir y protagonizar el drama, “Five Days From Home”, el cual tuvo una buena recepción por parte de la crítica. Aunque la experiencia resultó ser medianamente exitosa, Peppard no mostró ningún interés por repetirla, por lo que se volcó nuevamente a la actuación en cintas serie B y en series de televisión, siendo estas últimas las que eventualmente lo lanzarían a la fama nuevamente. Ya para 1978, el había actor abandonado el alcohol. Los problemas que había experimentado debido a su alcoholismo, lo llevarían a ocupar sus últimos años de vida a ayudar a otros alcohólicos en su lucha contra la adicción. En 1979, junto con divorciarse de su tercera esposa, el actor participaría en la deplorable “From Hell to Victory”, del director Umberto Lenzi.

Para poder pagar sus cuentas, Peppard comenzó los ochenta participando en otro puñado de cintas de calidad cuestionable, entre las que se encuentran “Battle Beyond the Stars” (1980), “Your Ticket is no Longer Valid” (1981), y “Race for the Yankee Zephyr” (1981). En 1981, el actor acepta el papel de Blake Carrington en la serie de televisión, “Dinasty” (1981-89). Sin embargo, durante el rodaje del episodio piloto en el que también participaron Linda Evans y Bo Hopkins, Peppard se enfrentó en reiteradas ocasiones con los productores de la serie, Richard y Esther Shapiro, debido a que estaba convencido de que su rol era demasiado similar al de J. R. Ewing de la serie “Dallas” (1978-91). Tres semanas después, mientras se filmaba un episodio adicional, el actor es despedido siendo reemplazado por John Forsythe, quien debe filmar nuevamente todas las escenas en las que había participado Peppard. Sería en 1983 cuando el actor volvería a surgir como una estrella de la televisión, interpretando al Coronel John “Hannibal” Smith, en la serie de acción y aventuras, “A-Team” (1983-87). Inicialmente, dicho papel había sido escrito pensando en el actor James Coburn, quien no aceptó la oferta recayendo el rol en manos de Peppard, a quien el productor de la serie, Stephen J. Cannell, le tenía una gran admiración pese a los problemas por los que era conocido el actor.

Lamentablemente, Peppard haría gala de su mal carácter durante el rodaje de la serie, debido a la molestia que le causaba la excesiva atención que le estaban dando los medios a Mr. T. El enojo del actor llegó a tal punto, que durante un tiempo solo se comunicó con su colega a través de un intermediario (el también actor de la serie, Dirk Benedict). Entre los muchos rumores que existen, se dice que la verdadera razón por la cual el actor tuvo una pésima relación con Mr. T durante todos los años que trabajaron juntos, era porque este último era afroamericano. Además se comenta que en una ocasión, ambos actores llegaron a los puños. Mientras que algunos aseguran que Peppard le voló dos dientes a su musculoso colega, otros dicen que el veterano actor “solo” le causó una lesión cervical a Mr. T, la cual aún padece en la actualidad. Este no sería el único problema que tendría Peppard durante su participación en la serie, ya que también fue acusado de machista por las actrices Melinda Culea y Marla Heasly, a quienes les hizo la vida imposible aludiendo que el programa era exclusivamente para hombres. Durante este periodo, conocería a su cuarta esposa, Alexis Adams, con quién contraería matrimonio en 1984, y se divorciaría en 1986. En 1988, el actor protagonizaría un telefilme titulado, “Man Against the Mob”, el cual era el primero de una serie de producciones pensadas para la televisión, ambientadas en la década de los cuarenta. Al año siguiente rodaría una secuela titulada, “Man Against the Mob: The Chinatown Murders” (1989). Aunque se había planeado un tercer film, este no pudo ser realizado debido a que el actor falleció durante la preproducción.

En 1992, Peppard se despediría de su carrera cinematográfica con la cinta, “The Tigress”. Poco tiempo después, al actor que durante años había fumado dos cajetillas diarias, le fue diagnosticado cáncer al pulmón. Tras recibir la fatal noticia, contrajo nupcias por quinta y última vez con Laura Taylor, quien lo acompaño hasta el día de su muerte. Pese a la grave enfermedad que le aquejaba, Peppard no paró de trabajar, y en 1994 rodó el piloto de una nueva serie (un spin-off de "Matlock"), poco antes de fallecer. George Peppard falleció a causa de una pulmonía, el 8 de Mayo de 1994, a los 65 años de edad, en los Ángeles, California. El actor al que en su vida cotidiana le gustaba hacer ejercicio, navegar, cazar, leer y escribir, tuvo una carrera marcada por malas decisiones que lo llevaron a desperdiciar su talento, tirando por la borda cualquier posibilidad de convertirse en uno de los actores más recordados de su generación. Gran parte de sus problemas, surgieron a raíz de su afición por el tabaco y el alcohol, lo cual solo era superado por su gusto por las mujeres de “cualquier edad”, lo que lo llevó a contraer nupcias en cinco ocasiones. Aunque George Peppard siempre será recordado como por su interpretación del ingenioso y carismático John “Hannibal” Smith, el actor en algún momento fue una de las figuras más promisorias de la industria hollywoodense, lo que le permitió plasmar su talento en un puñado de producciones realizadas durante la década de los sesenta, y que eventualmente le valieron una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.

por Fantomas.


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