La empresa Ferrero Rocher en su 25 aniversario seleccionó tres pueblos de España por su belleza y el encanto de sus calles para participar en un concurso en el que la gente votaría cuál de ellos merecía convertirse en el escenario de una iluminación navideña muy especial.
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| La iluminación es preciosa. |
En 2015 la población ganadora fue
Morella, una preciosa localidad situada en el norte de la Comunidad Valenciana, a unos 60 kilómetros de la costa y a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar, una pequeña población de menos de 3.000 habitantes que forma parte de la asociación de los Pueblos más bonitos de España.
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| Uno de los pueblos más bonitos de España. |
Este fue uno de los motivos por el que turismo de Morella invitó a los miembros de la asociación
Comunitat Valenciana Travel Bloggers a pasar un fin de semana en esta bella localidad de la Provincia de Castellón.
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| El árbol de Navidad de Morella. |
De ese modo, varios de los bloggers asistimos al encendido navideño de esas 170.000 bombillas que de una forma mágica y especial iluminan las calles de la localidad desde este 1 de Diciembre de 2017.
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| Calle principal de Morella. |
Lástima que hiciera tanto frío...no aguantamos demasiado y nos retiramos pronto a dormir...mucho viento, que hacía que la sensación térmica fuera muy baja.
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| Interior del Ayuntamiento de Morella. |
El día siguiente, tras el desayuno, empezamos con la visita a Morella por el
Ayuntamiento, del siglo XIV, un majestuoso edificio en pleno centro de la población integrado por la Lonja, la Prisión o por dos salas góticas como la Sala del Consell y la Sala de la Corte de Justicia que son escenario permanente de varias exposiciones.
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| Varios de los bloggers del blogtrip. |
Entre visita y visita fue imposible no sucumbir ante el olor que desprenden sus dulces, ya que cada vez que pasábamos frente a una de sus múltiples pastelerías, uno u otro caía en la tentación de probar alguno de los muchos y excelentes dulces típicos de Morella como el arrop (calabaza confitada con miel), los "pastissets" (de boniato y calabaza), pasteles de almendras, mantecados, los buñuelos (de miel o de crema), el hojaldre con nata y frutas...etc, pero sobretodo el
flaó, señal de identidad de Morella, un dulce relleno de requesón y almendras.
Después continuó nuestra visita guiada por los rincones más bellos y mágicos de Morella como la calle de los Porches,
Blasco de Alagón, con sus antiguos pórticos de madera, la
Judería...un paseo por el interior de sus murallas centenarias por calles empedradas que nos descubrieron lugares con encanto que, pese a ya conocer la villa, habían pasado desapercibidos a nuestros ojos.
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| Me encantan estos sitios. |
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| Morella merece una visita. |
Aleros; tejados; balcones; cortinas de hilo, de ganchillo y de bordados; viejas puertas; muros de piedra; flores...todo un mundo rural que disfrutábamos en familia, con la nuestra y con la de la asociación de Bloggers, un mundo donde cada piedra encierra historias, leyendas, alianzas y conflictos.
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| Espígol, romero, tomillo... |
Fue en este paseo cuando entramos en una de las tiendas bajo los soportales de la calle Blasco de Alagón por la que nosotros habíamos pasado decenas de veces y en la que incomprensiblemente nunca nos habíamos fijado,
Aromes de Morella, una tienda de perfumes y jabones donde hicimos un pequeño taller.
La última visita antes de comer fue el robusto
Castillo de Morella, a más de mil metros de altura.
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| Tres guapas bloggers de Castellón. |
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| Convento de Sant Francesc. |
El antiguo
Convento de Sant Francesc, del que destacaría el claustro y el presbiterio, es la actual entrada al Castillo.
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| Vistas desde el castillo de Morella. |
En lo alto del castillo, que domina un océano de montañas, se obtienen las mejores vistas del Ports, la comarca a la que pertenece Morella.
La historia de la población va ligada a la de esta fortaleza, que ha sido escenario de la Reconquista, de las batallas del Cid, de contiendas como la guerra de Sucesión, y eje de las guerras Carlistas entre otros muchos acontecimientos.
Tras la visita llegó la hora más esperada por mis hijos, la hora de comer, para lo cual volvimos a cruzar la medieval población hasta llegar al
Hotel y Restaurante Rey Don Jaime, de tres estrellas.
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| Pasta con embutido de la tierra. |
En uno de los salones del Restaurante, disfrutamos de la calidad y tradición de los platos elaborados por la chef Montse.
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| Huevos con patatas y jamón. |
Nos dieron a elegir entre varios primeros y segundos en una carta donde se utilizan alimentos típicos de la zona, donde resaltan sus especialidades como la paletilla de ternasco al horno, la olla de potaje o las croquetas morellanas así como otros platos más internacionales.
Entre los muchos postres que nos ofrecieron destacaría la deliciosa Collà o cuajada casera hecha con leche de oveja...sencillamente deliciosa.
