Chamanes, magos y estafadores del tres al cuarto utilizan viejos trucos de feriante de carromato para convencer a personas con escasa formación científica de que sus "maravillosos" remedios son mejores que la siempre odiada medicina científica. Sin embargo todo es un camelo, que al final sólo tiene un único efecto: aligerar el bolsillo de los incautos mientras la enfermedad sigue su curso, muchas veces con resultados trágicos.