Cada mañana, cuando comienza el día, busco palabra del Señor para ese día. Como dice Isaías 50:4:

"El Señor omnipotente... Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos"

No alcanza vivir solamente con la palabra de ayer. Parafraseando las palabras de Jesús en Mateo 4:4 para mí mismo:

"[David] No sólo de pan vive el hombre, sino de [toda palabra] que sale de la boca de Dios."

¿Pero quien quiere comer pan viejo? Si nosotros, naturalmente, esperamos, comer pan fresco cada día, ¿por qué debemos esperar algo distinto cuando hablamos del pan espiritual?

Recoger el maná del Antiguo Testamento, para mí, es una hermosa figura de lo que debemos hacer con el pan espiritual. De hecho, las mismas palabras citadas por Jesús en Mateo 4:4 vienen de Deuteronomio 8:3:

"Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor"

Así que si el maná fue diseñado para ser figura del pan espiritual, (las palabras que salen de la boca del Señor), ¿Qué nos enseña, realmente, el hecho que el pueblo de Israel tuviera que recoger el mana diariamente? Éxodo 16:19-21 dice:

"Entonces Moisés les dijo: Nadie debe guardar nada para el día siguiente. Hubo algunos que no le hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar. Entonces Moisés se enojócontra ellos. Todas las mañanas cada uno recogía la cantidad que necesitaba, porque se derretía en cuanto calentaba el sol"

Recuerda: de acuerdo a Deuteronomio 8:3, Dios envió el maná para enseñarle al pueblo de Israel que " No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Esto significa que Dios les estaba enseñando a tomar su pan espiritual sobre las mismas bases, mañana tras mañana, no podían acumular para muchos días, perezosamente (para no tener que hacer el esfuerzo diario).

Muy a menudo, tratamos de vivir con la gracia de ayer. Pero la gracia de Dios es una gracia diaria. No puede ser almacenada antes de tiempo, sino que únicamente está disponible, en el momento de la necesidad (Hebreos 4:16). Como lo explica Louis Cassels:

"Si Dios quiere que tu hagas algo, él proveerá la manera en que lo puedas hacer, pero la gracia que él provee viene solamente con la tarea y no puede almacenarse de antemano. Dependemos de él, hora tras hora, y cuanto más conscientes seamos de este hecho, menos posibilidades tenemos de desanimarnos o de caer en una crisis."

Lamentaciones 3:22-23 revela que la compasión de Dios es nueva cada mañana. Cada día, la manifestación de la gracia de Dios es suficiente para ese día (2 Corintios 12:9-10). Esto significa que no puedo sobrevivir con la gracia de ayer. Como el maná en el desierto, la gracia de Dios es fresca y nueva cada mañana. Necesito tiempo para recurrir a su gracia todos y cada uno de los días.

Por esta razón, lo considero parte básica de mi caminar con el Señor para que sea "el día". Mientras adoro al Señor en la mañana, y leo su palabra, estoy buscando el tema que va a desarrollarse en ese día. Ese tema puede ser la fidelidad de Dios, o su santidad, o un desafío a confiar en él.

Una vez que el tema para el día ha sido identificado, todo tipo de cosas relacionadas con el tema comienzan a suceder. Canciones e himnos vienen a mi mente, todos basados en el tema. Leo otras escrituras relacionadas en el mismo tema. Y aun mis conversaciones con otros a menudo gravitan, casualmente, alrededor de ese tema. El tema se convierte en la base de mi respuesta de fe al Señor para ese día, y también la base de mi agradecimiento al final de ese día.

Solo para dar un ejemplo, así es como funcionó para mí hoy. Cuando comencé el día, le pedí al Señor que me diera palabra para el día de hoy. Leí algunos pasajes, todos motivantes y desafiantes, pero en el momento que di con Sofonías 3:14-17, supe que esta era mi palabra "para el día". Dice:

"¡Lanza gritos de alegría, hija de Sión!
¡Da gritos de victoria, Israel
¡Regocíjate y alégrate de todo corazón,
hija de Jerusalén!

El Señor te ha levantado el castigo,
ha puesto en retirada a tus enemigos.
El Señor, rey de Israel, está en medio de ti:
nunca más temerás mal alguno.

día le dirán a Jerusalén:
«No temas, Sión,
ni te desanimes,

Porque el Señor tu Dios está en medio de ti
como guerrero victorioso.
Se deleitará en ti con gozo,
renovará con su amor,
se alegrará por ti con cantos"

Hay un sinnúmero de potenciales temas aquí, incluyendo gozo, salvación y música, pero la frase que particularmente me llamó la atención fue: "No temas, Sión, ni te desanimes". A la luz del post que casi estoy terminando (y voy a publicar mas tarde, en el día de hoy) sobre el tema de "Enfrentando el Miedo", este versículo es particularmente significativo.

Así que comencé a hablar con el Señor acerca de esta promesa y mandamiento: "No temas". Mientras oraba, una vieja canción vino a mi mente, la cual comencé a cantar. Dice esto:

No temas, porque estoy contigo
No temas, porque estoy contigo
No temas, porque estoy contigo, dice el Señor
(Repetir)

¡Te he redimido
Te he llamado por tu nombre
Hijo, tu eres mío
Cuando camines a través de las aguas
Yo estaré ahí
Y a través del fuego
Tu no vas a ser sofocado
Tu no vas a ser quemado
Porque yo estoy contigo

No temas!

Desde aquí, otra escritura me vino a la mente - el pasaje en el que se basa esta canción. Isaías 43:1-2 dice:

"Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas."

Esta escritura disparó otra escritura, la cual se encuentra en Isaías 41:10,13:

"Asíque no temas, porque yo estoy contigo;te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: No temas, yo te ayudaré"

Así, este se convirtió en mi tema para el día con el Señor. Dios me ha redimido. Aunque camine por aguas profundas o un fuego abrasador, no voy a morir, porque el Señor me ha tomado de mi mano derecha. Por tanto, ¡no temeré!

Ahora, debido a que cada día lo veo como parte importante de mi caminar con el Señor, encuentro que Dios también teje muchos de estos temas diarios, en un bello tapiz de promesas que sólo pueden ser vistas por medio de la - reflexión - en otras palabras, considerando los días pasados y meditando en lo que el Señor ha estado diciendo hasta ahora. En otras palabras, el hecho de que busque al Señor por una palabra fresca cada día, no significa que rechace lo que el Señor me ha estado diciendo en el pasado. De hecho, las nuevas revelaciones de la gracia de Dios suelen salir de estos momentos de reflexión.

Como ejemplo, el pan diario que recibí del Señor el último Martes fue de 2 Samuel 22 (ver "Enredado en Lazos de Muerte"). Esta mañana, recibí un mail de Donna Burttschell, de Oasis Community Church en San Antonio, Texas, y ella escribió:

"Mientras estaba orando por ti esta mañana (leyendo Salmo 118) también fui guiada a leer el Salmo 18 (completo) y entonces al versículo 50 - '... El Señor da grandes victorias a su rey; a su ungido David y a sus descendientes muestra por siempre su gran amor"

Cuando miré el Salmo 18, ¡estaba emocionado para descubrir que el Salmo 18 es el mismo que 2 Samuel 22 En otras palabras, Donna había sido guiada, independientemente de mí, a la misma promesa del Señor, ¡encontrada en una parte totalmente diferente de la Biblia!

Y así volví a leer el Salmo 18, como si fuera la primera vez, y esta vez el énfasis para mí estaba en un par de versículos:

Versículo 32 - "Es él quien me arma de valor y endereza mi camino". Esto se corresponde con Isaías 41:10, el cual dice: "Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré;"

Versículo 35 - "Tú me cubres con el escudo de tu salvación, y con tu diestra me sostienes; tu bondad me ha hecho prosperar". Esto confirma otra vez la palabra que recibí del Señor en Isaías 41:13, la cual dice: "Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: No temas, yo te ayudaré".

¿Coincidencia? ¡Difícilmente! De hecho, las coincidencias sólo suceden a una vida dispuesta a dejar pasar por alto el propósito. Pero para la vida diseñada por Dios, cada coincidencia se convierte en una incidencia de Dios, en donde el principio de Romanos 8:28 entra en acción. Como lo traduce la Biblia Ampliada, versión en Inglés:

Podemos estar seguros y sabemos que con [Dios como compañero en su obra], todas las cosas obran juntas y están [dentro de un plan] para bien, para y por aquellos que aman a Dios y son llamados de acuerdo a [Su] diseño y propósito.

Así que, ¿qué es lo que el Señor te está diciendo hoy? ¿Qué maná espiritual has juntado hoy? ¿Cuál es la gracia especial que él te quiere revelar - la misericordia que es nueva cada mañana? ¿Qué tema quiere establecer el Señor para ti hoy?

¿Puedo animarte a que te esfuerces todos y cada uno de los días a descubrir la palabra que Dios tiene para ti ¡el maná que es único para el día!?