The 18 months that Monojit has been on this planet have not been very pleasant. His mother brought him to me last night so that I could see him. The child cried and cried. He had been like this for more than a week; he must have a lot of pain. Today I took him and his mother to the doctor. As soon as she saw him, the doctor changed her face. The minimum contact, especially in the belly, made him cry out in pain. After thorough examination, the diagnosis has been ‘severe malnutrition’. The doctor says that the child has been about to die and still is not out of danger. She has prescribed medicines and a feeding plan that includes milk and eggs in small doses, and that the family cannot afford economically, of course. The husband works in the tea plantation and the mother (she is almost a girl) spends the day taking care of the two children she has at home. Everything has cost me 10 Euros including the eggs and the milk that I took to their house in the afternoon. Need it to say that 10 euros is half of the father's monthly salary in the plantation (80 cents of Euro a day). It was very sad to see the boy like that, with his belly swollen and a skin that looked like an old man's. But when we were coming back from the clinic in our car, he has delighted us with smiles and repeating "gari, gari", which means "car, car"; what a delight to hear him. May God give us strength to be his hands, his feet and his smile to the smallest and most vulnerable. Amen.

Los 18 meses que Monojit lleva en este planeta no han sido muy placenteros. Me lo trajo anoche su madre para que lo viera. El niño lloraba y lloraba. Llevaba más de una semana así; debía tener muchos dolores. Hoy les he llevado a él y a su mamá al médico. Nada más verle, a la doctora le cambió la cara. El mínimo contacto, sobre todo en la tripita, le hacía gritar de dolor. Después de examinarle concienzudamente, el diagnóstico ha sido malnutrición severa. Dice la doctora que niño ha estado a punto de morir y que todavía no está fuera de peligro. Le ha recetado medicinas y un plan de alimentación que incluye leche y huevos en pequeñas dosis, y que por supuesto la familia no puede permitirse económicamente. El marido trabaja en la plantación de té y la mujer (es casi una niña) pasa el día cuidando de los dos hijos que tiene en casa. Todo me ha costado 10 euros incluyendo los huevos y la leche que luego les he llevado a casa por la tarde. Hay que decir que 10 euros es la mitad del salario mensual del papá en la plantación (cobra 80 céntimos de euro al día). Me ha dado mucha pena ver al niño así, con su vientre hinchado y una piel que parecía la de un viejo. Pero cuando volvíamos del médico en nuestro coche, nos ha deleitado con sonrisas y repitiendo “gari, gari”, que significa “coche, coche”; qué delicia oírle. Que Dios nos dé fuerzas para ser sus manos, sus pies y su sonrisa con los más pequeños y vulnerables. Amén.