La jornada del jueves pasado nos deja un Escenario digamos complicado en el congreso peruano con muertos y heridos de por medio. Para empezar, se terminó el mito de la solidez de la bancada fujimorista. En consecuencia, Kenji Fujimori acaba de convertirse en un factor de poder digno de ser tomado en cuenta a partir de ahora.
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En las izquierdas, Marco Arana y su Frente Amplio pueden inventarse las ensoñaciones que quieran, pero su mal cálculo los lleva a una posible enajenación del sentir de sus bases. Ahora podrán ser tachados por los mendozistas de compañeros de ruta y tontos inútiles del fujimorismo keikista. Los mendozistas por su lado, no Tienen Mucho que celebrar, su victoria será pírrica tras la eventual salida de Alberto Fujimori de prisión. Jugaron a cara o cruz en un escenario donde perdían en todos los escenarios posibles. Ya los aranistas encontraran algo de qué acusarlos.
AP, el APRA y la APP han quedado seriamente lastimados. Los votos de Vitocho y Villanueva son contrarios al posicionamiento de Acción Popular, similar pasa en el APRA con Del Castillo y León. En los predios de Acuña la sangre si llego al río con la salida abrupta del pastor Rosas de la APP.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski, demostró una vez más que tiene una suerte envidiable, al punto que más de uno anda queriendo que se digne a escogerle los números del próximo sorteo de la tinka.
De no ser por Arana quien presentó la moción y la apoyo en bloque con sus leales del Frente Amplio, Keiko Fujimori y Fuerza Popular serían los grandes perdedores de la pasada jornada, pero esto combate recién empieza. Hay sangre en el ojo comprensible de los fujimoristas derrotados ya en dos ocasiones por PPK y justo cuando todo indicaba una segura y fácil victoria.
La impresión que da todo esto es que no se trata de una victoria pírrica como creen algunos. Pero si es una batalla más de lo que será una larga guerra.
Volviendo a nuestro presidente en ejercicios, este debería tender puentes y cambiar de asesores. La apuesta por forzar elecciones fue demasiado arriesgada e inútil. El congreso podría muy bien permanecer y proceder solo elecciones presidenciales. Todo depende de la interpretación y de la mano que mece la cuna, que por cierto en ese escenario no sería del agrado del segmento caviar. Si PPK llego al escenario de vacancia tan temprano, sus asesores tienen mucho que ver. En particular los rabiosamente antifujimoristas. Licenciar a ese segmento de sus colaboradores sería un gran primer paso en la reconciliación que puede dar el presidente Kuczynski.
Lo que se viene es complicado, como ha resaltado el analista Eugenio D´Medina, el apoyo real logrado por el presidente apenas bordea el 15% del congreso, lo cual no augura un buen tiempo a la gobernabilidad y deja a todos pensando que estrategias podrán funcionar desde el ejecutivo para calmar los ánimos. Que el sólido bloque fujimorista ya no sea tan sólido, es algo que sin duda podrá beneficiar las perspectivas presidenciales de permanecer en el puesto hasta completar su mandato.
PPK tendrá que hilar muy fino para mantenerse y presentar enérgicas medidas para darle un nuevo aire a su gobierno. Si hasta el momento el congreso le es hostil, la calle tampoco le es tan afín.
Hasta más leernos.
Iván Budinich Castro
