MEN IN BLACK PROYECT.-Una especie de anomalía electromagnética “apagó” el teléfono inteligente de “Sandrita”, cuando le tomó fotos al Ovni, de un brillo verde acua, como la madrugada del 19 de septiembre de 1976 se descontrolaron aviones supersónicos iraníes al acercarse a un objeto volador no identificado.

Las espectaculares imágenes del extraño objeto brillante fueron tomadas por la amiga “Sandrita”, la fresca y radiante mañana del domingo 9 de julio desde el patio de su casa, en una colonia de Comayagüela, alertada por su asustado loro. Pero no pudo bajarlas sino hasta el jueves 13 de julio pasado.

Entre otros hechos registrados desde la antigüedad, en diversas fuentes, como la Biblia y anales históricos, hasta los tiempos modernos y contemporáneos, estas fotos y muchas noticias de avistamientos de astronaves sirven para corroborar que el planeta Tierra es visitado por seres positivos y negativos desde tiempos remotos.

El “Incidente Ovni de Teherán” (Irán), como se le llama al avistamiento de un objeto volante la madrugada del 19 de septiembre de 1976, es uno de los diez casos más impactantes de este tipo, según los ufólogos, como lo tiene registrado la “Mutual UFO Network” (Mufon).

Creada en 1969, en Estados Unidos, con la misión del estudio científico del fenómeno Ovni para el beneficio de la humanidad, la Mufon reporta que debido a los avisos de ciudadanos dos aviones McDonnell Douglas F-4 Phantom II, de la Fuerza Aérea iraní, trataron de interceptar el desconocido objeto de un intenso resplandor.

Cuando se aproximaban perdían las comunicaciones y el control de los instrumentos y el Ovni les lanzó una especie de misiles que afortunadamente no les impactaron y, entonces, los pilotos se vieron obligados a tratar de responder el ataque, pero tampoco pudieron disparar sus cohetes.

De repente en el objeto grande, cuyo tamaño fue imposible determinar, se notaron luces estroboscópicas alineadas rectangularmente que se alternaban en colores rojo, azul, verde y naranja.

De la nave salió un Ovni más pequeño que hizo una especie de “bee-line”, ir directo, a uno de los F-4 y el piloto dirigió un misil, pero el panel de control de armas no respondió, igual que perdió toda comunicación y fue así como no les quedó que zambullirse en dirección a la base Shahrokhi.

La tripulación relataría al Estado Mayor de la armada iraní que el Ovni pequeño se reintegró al grande y que se movían a una velocidad increíble y tenían la capacidad de deshabilitar la instrumentación de los aviones, tiene documentado la Mufon.

Así como este caso hay muchos más que muestran las oleadas de Ovnis o astronaves desde la antigüedad a los tiempos modernos, que encuentran sus antecedentes en los reportes del piloto Kenneth Arnold y el “Caso Roswell”, que son considerados como el despegue de la ufología moderna.

Los contactados peruanos Sixto Paz y Ricardo Rodríguez, de visita en Honduras, individualmente en diferentes oportunidades, han confirmado la visita al planeta de seres positivos y negativos y su intervención con civilizaciones antiguas desde tiempos inmemoriales.

Existe la enorme lápida encontrada en 1949, en la tumba del Señor Pacal el Grande (K’inich Janaab Pakal), en el Templo de las Inscripciones, en la ciudad maya de Palenque, Chiapas, México, por el arqueólogo Alberto Ruz de Lhuiller, bajo una escalera de 45 escalones, y que es tenida como la representación del “Astronauta de Palenque”.

Siglos después, el 24 de junio de 1947, el piloto Kenneth Arnold afirmó haber avistado nueve Ovnis en cadena cerca del Monte Rainier, Washington, mientras se encontraba buscando una aeronave militar extraviada a bordo de un CallAir A-2.

Tales objetos fueron descritos sumamente brillantes por el reflejo de la luz solar, con un vuelo errático (“como la cola de una cometa china”) y con una “tremenda velocidad”, en la historia de Arnold que fue ampliamente divulgada por AP y otras agencias de noticias y es cuando surge la expresión “flying saucers” o “platillos voladores”.

Unos días después, el 10 de julio de 1947 se registra el “Caso Roswell”, cuando el ranchero Mac Brazel reporta el hallazgo una nave estrellada y cuerpos alienígenas (supuestamente de Zeta reticulianos) cerca de Corona, Nuevo México y que la Fuerza Aérea refrenda, aunque al día siguiente cambió la versión que se trató de un experimento con globos aerostáticos.

“Así como en la tierra existen hombres buenos y malos, igual en el universo hay seres muy evolucionados que son conquistadores de mundos, esclavizan a planetas enteros para sus propósitos de exploración de minas, 

pero también la mayor parte de los seres muy evolucionados están confederados en universos locales que procuran defender a las humanidades poco evolucionadas de estos seres negativos”, afirma el especialista Óscar Portillo.

El investigador y escritor sobre el fenómeno Ovni, Erich von Däniken, describe al “Astronauta de Palenque” como un “ser que aparece sentado e inclinado sobre unos mandos (como un astronauta en su cabina de pilotaje). 

El extraño ser lleva en su cabeza un casco del que salen hacia atrás dos tubos flexibles. Frente a su nariz puede verse claramente un balón de oxígeno. 

Para interpretar el grabado, Däniken, Berlitz y Kazantsev, sostienen hay que verle en posición alargada, con el personaje mirando hacia la izquierda, así la antena (parabólica) de la nave estaría a la izquierda, el tablero de mandos junto a las manos de Pacal, y este estaría en un asiento justo encima de un turbocompresor, con un tubo de escape lanzando fuego por detrás.

Fuente: latribuna.hn/