Quizás no este muy de acuerdo con la política de Emmanuel Macron, Presidente del Gobierno de Francia, no lo se, por la sencilla razón que conozco muy poco su trayectoria política. Pero estoy completamente a su lado con el discurso que pronuncio el día 11 en París, al acto de la ceremonia del centenario de la firma del armisticio de la Primera Guerra Mundial, en cuanto a su punto de vista entre Nacionalismo y patriotismo.
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Macron, cuando define patriotismo habla de valores morales de la gente de un lugar, su manera de ser, su circunstancias en como ven la vida, el respeto, al igual a ellos y al diferente o venido de otro lugar y defiende esos, sus valores. Entiendo que eso es patriotismo e independentismo.
El nacionalismo es el egoísmo de un grupo que domina a la gente de un sitio en beneficio propio. Lo logra con el engaño, el populismo, que hace creer una cosa y hace otra.
“El patriotismo es el exacto contrario al nacionalismo. El nacionalismo es su traición.” Dijo Macron.
El nacionalismo y sus discípulos incondicionales, son quienes han traído las dos guerras mundiales e infinidad de exterminios, algunos de ellos, los tenemos todavía muy cerca. Al frente de todo nacionalismo hay un dictador.
En Europa vuelven a surgir los nacionalismos del pasado siglo. Con la incorporación a la UE de países del este vuelven a surgir y nuevamente volvemos a tener el odio contra los migrantes, además esta vez reforzado por la política de EE UU de Trump.
Mi punto de vista para cerrar viejas costumbres nacionalistas no es otro que, un gran estado europeo que nos una a todos, como en su día unió, después de la Segunda Guerra Mundial el MC, a vencedores y vencidos.
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