Tanto hablar del Choque de trenes que se han olvidado de construir raíles para que los dos conboy no se encuentren en dirección opuesta por la misma vía. Ahora unicamente queda parar los motores.

Pero los motores no se paran, ni si quieran frena, para que al menos la colisión no sea tan fuerte. Todo lo contrario, ambas escoltas aceleran más y más, y el tropiezo se prevé de dimensiones fatales, para el más debil.

¿Quién será el más débil? No se, ni me atrevo a pronosticarlo. No está claro al menos para mí.

Mientras tanto nadie gobierna. En España no hay Gobierno, solo una clase de individuos que ocupan la bancada de gobierno del Parlamento del Pueblo, intentando mantener el privilegio que le ha otorgado una parte de la ciudadanía, para salir lo mejor parados de posibles trances ante la justicia, en los que se han metido.

En Catalunya, pasa exactamente lo mismo. Ha habido una persona que envuelta en la bandera del país, se ha reído de la gente de la calle. Al final ha salido a la luz el porque del apoyo político que prestaba a los gobiernos de Madrid, tanto de izquierda como de derecha. Ambos hacían la vista gorda ante los trapicheos que el personaje llevaba a cabo para su ambición de provecho.

Así, unos y otros han ido saqueando el país, llegando a un enfrentamiento que, sino cambian la actitud provocarán el choque, y los perjudicados serán los de siempre, la ciudadanía.

La coalición solo servirá para desviar la atención del pueblo hacía otro lado y que no se entere de lo realmente importante, la corrupción.

Es una burla más, un fraude, a las urnas y al voto, a la democracia.

Los que son demócratas de verdad, aunque estén en contra de la independencia de Catalunya, sabe sin ninguna duda que un referéndum para decidir no se debe prohibir, ya que ninguna constitución democrática lo debe negar, ya que es la base, el principio en democracia.

El gobierno de España y de Catalunya, no sirven. Están dirigidos por dos locos que llevan a los convoy de trenes al choque . . . . . el choque.