Os contaré un secreto: precisamente ahora os imagino llegando justo a estas palabras aspirantes a cálido y sutil texto postrero de esta página cenital en este Libro concreto, leyendo que estáis leyendo esto con una plácida sonrisa, imaginando quién puede arriesgarse a escribir algo así en este preciso momento y creer que algún día pueda cumplirse sin que todos acabemos en una gran orgía sobre cristales rotos…