La embrionaria Huelga en AENA retrato de una confusa y ambigua situación, titulares:
Primavera y verano. Convocadas jornadas de huelga en AENA
AENA abre la puerta a los despidos y condiciona el pacto a no más huelgas
Blanco hará "esfuerzos" para evitar la huelga
Cospedal ve "muy injusta" la huelga en AENA
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¡Huelga!
Ya lo estoy viendo.
Hordas de viajeros furiosos que se sienten rehenes de unos privilegiados. Burgueses de medio pelo a los que unos desalmados privan de una escapada de su triste realidad (trabajo precario en jornadas interminables).
La ralea política, no diré clase, les azuza con términos como “privilegiados”, y, ciertamente, lo son, por tener trabajo en tiempos de crisis. Una cuadrilla de granujas que emplea su tiempo (pagado con nuestro dinero) en combates dialécticos cargados de ironías y sarcasmos emulando (muy de lejos) a Quevedo y compañía.
Ralea política, digo, empeñada en mal vender el patrimonio público y labrarse así su retiro como director general, consejero delegado o asesor de sabe Dios qué.
Los medios nos colmarán de testimonios dramáticos donde Fulano no podrá reencontrarse con Mengana, ni los nenes podrán Ir a Eurodisney, contribuyendo así a demonizar un poco más el ¿derecho? a la huelga. Medios que, por otro lado, son desde hace mucho convidados de piedra en las ya rutinarias ruedas de prensa en las que no se admiten incómodas preguntas.
Y nosotros, pobres vasallos y gregarios, que no vemos más allá de nuestra nómina, linchando a aquellos que tienen la posibilidad y los arrestos de decir no.
Nos merecemos lo que tenemos... y más.