Si tu propósito es hacer ejercicio tres veces a la semana márcalo. Si prefieres calendarios electrónicos tienen sistemas para hacer repeticiones diarias, semanales o mensuales, crear avisos y recordarte permanentemente que lo tienes que hacer. ¡No hay escapatoria! Y si prefieres en papel hazlo en tu agenda habitual.

Mucha gente avanza en la creación de nuevos hábitos si tiene un constante recordatorio y lo tiene planificado de esta manera. Cualquier hábito que quieras desarrollar podrás introducirlo en tu calendario para que te ayude a convertirlo en una rutina, aunque te parezca una tontería.  Por ejemplo, en lugar de decir “voy a ir hoy al gimnasio” y gastar energía en decidir cuándo vas a cumplir con ese hábito cada vez que creas que debas ir, di “voy a ir al gimnasio lunes, miércoles y viernes a las 6:30 todas las semanas” y lo anotas en el calendario. Esto hace que evites tener que tomar una decisión consciente de lo que vas a hacer cada día que vayas a ir al gimnasio. No lo tienes que pensar. Ya lo tienes en el calendario. Sólo lo tienes que decidir una vez y ya no pensar en tomar la decisión más veces. Ya está planificado.

No olvides también que puedes crear todo tipo de resoluciones. Si quieres pasar más tiempo con tu hijo cada semana pero el día a día te va comiendo y nunca encuentras el momento, ponlo en el calendario. El hecho de planificarlo y hacerlo como una rutina hará que lo logres más fácilmente y evites ponerte otras citas en ese rato. Ya lo tienes bloqueado y si es prioritario lo cumplirás. No vale decir “a partir de ahora voy a pasar más tiempo con mi hijo”. Tienes que decir “cada semana los miércoles después del colegio voy a dedicar la tarde a mi hijo” y directo al calendario para que no haya otras cosas que te quiten ese momento que es tan importante para ti. Así, eso que al principio es como una cita que debes recordar, finalmente se convertirá en un hábito. Si no está en el calendario no lo convertirás en un hábito o tendrás más dificultad. 

 Si el hecho de que algo esté en el calendario crees que no es suficiente para cumplirlo, busca a alguien que haga de “vigilante”. Cuenta con algún familiar o amigo que te ayude a “no saltarte” esta cita tan importante que tienes contigo mismo para crear este nuevo hábito. Esto es muy importante al principio hasta que consigas haber creado la rutina de hacerlo sin ayuda.