La pausa de varios días se ha alargado a tres semanas, lo sé. Pero es que para mí es como si no hubiera pasado el tiempo. He creído que los días no transcurrían y me he estado planteando seriamente quedarme a vivir en Islandia, con sus paisajes, su aire puro, su amor por la naturaleza, su paz de espíritu y sus elfos, hadas y enanitos. He descubierto que me gustan los vikingos y yo, que me creía urbanita al 100%, me he quedado completamente colgada de esos paisajes. Además, allí, quien más quien menos, cose, tricota o hace abalorios. ¡Mi paraíso!...ja, ja...

En fin, completamente instalada, para mi desgracia, en la triste realidad, me he descubierto transformándome sin remedio y a mis 33 años en una viejecilla cascarrabias. Queridos amigos, tienen ante ustedes a la señora Roper. O quizá no sea sólo yo y haya algo erróneo en la manera en la que esta sociedad nuestra funciona. Os dejo con algunas sugerencias: ¿Qué tal sin las puñeteradas que hiciéramos no se pudieran borrar del karma sólo con confesarnos y nos retiraran el pasaporte al Paraíso? ¿Qué tal un Cielo por puntos? ¿Qué tal si pensáramos un poco más en las consecuencias de nuestros actos?

Os enseño otro anillo de svarowsky. Este simula un rayo, es un poco ochentero y creo que por eso me gusta. Y puestos a ser un poco mala y a perder un par de puntos de esos que menciono arriba, también os enseñaré alguna foto de las vacaciones.

Feliz semana.