Si hay algo que jamás debemos perder es precisamente eso, la esperanza.
Hubo unos días oscuros, en los que la eché mucho de Menos.
Malas noticias tras Malas Noticias.
Pero así no se puede vivir. Así que, me volví, la busqué, la cogí de la mano y nunca más la dejaré ir.
Después de largas sesiones, parece que las dos lesiones que se veían en el hígado han “desaparecido”.
Sé que es sólo una batalla “ganada” pero… también hay que contar las cosas buenas para que el resto de afectadas no la pierdan de vista como hice yo durante un tiempo. ¡¡¡Ánimo a todas!!!
Su (Ibiza)