La CIA avisó hace dos meses a los Mossos del riesgo de atentado en Barcelona. La agencia de inteligencia estadounidense advirtió a la policía autonómica incluso de que las Ramblas podían ser un objetivo. Nos lo cuenta El Periódico. Pero no se tomaron medidas de poner barreras de algún tipo para impedir el paso de vehículos. Dicen que eso crearía temor en la población. Y aquí están las consecuencias. Por no hablar de una dirección de la policía catalana que mira más al proceso secesionista que a la protección de los catalanes. Y, de nuevo, aquí están las consecuencias.

El atentado en La Rambla de Barcelona claramente se pudo evitar. Pero no se hizo por desidia, celos, prepotencia o lo que sea. Probablemente se hubiera producido en otra parte, pero también probablemente hubiera sido menos concurrida y por lo tanto con menos víctimas.

La policía autonómica catalana se está convirtiendo en una polícía política al servicio del independentismo más que en una policía de seguridad al servicio de los ciudadanos. Y, reitero, aquí están las consecuencias.