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¿Qué dice realmente la Biblia sobre la Navidad?

Paganismo de la Navidad

La Navidad es sin lugar a dudas la celebración más importante en el año a nivel mundial. Millones de personas de diferentes nacionalidades, lenguas y religiones esperan fervientemente esta celebración por la supuesta “belleza” y “magia” que ésta contiene, lo cual, la convierte también en la celebración más ecuménica del mundo.

El ecumenismo se define como una tendencia o movimiento que intenta la restauración de la unidad entre todas las iglesias, tanto de las que se auto denominan “cristianas”, como de otras religiones. Esto implica tolerar y ser partícipes de muchos ritos y celebraciones, aun sabiendo bíblicamente que son contrarias a la voluntad de nuestro Dios. En este estudio veremos a través de las Sagradas Escrituras, que toda persona que sigue celebrando la Navidad, todavía está dentro del Vaticano, y obedeciendo las órdenes de su líder supremo: El Papa.

Empezaremos este estudio citando la Palabra de Dios en el libro de Apocalipsis:

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.”  (Apocalipsis 18:4-5)

Plaza de San Pedro en el Vaticano

En estos versículos, se muestra la misericordia del Señor, ya que en medio de la Gran Tribulación, está exhortando a su pueblo que todavía está sobre la tierra a salir de la Gran Ramera, que bíblicamente sabemos que es el Vaticano (ciudad-estado cuyo territorio consta de un enclave dentro de la ciudad de Roma) y su satánico sistema religioso.  El Vaticano, a nivel mundial, es la única ciudad-estado que geográficamente está sobre siete montes (Apocalipsis 17:9, Apocalipsis 17:18), y también el Vaticano como institución es culpable de masacres a lo largo de la historia, como es el caso de sus múltiples inquisiciones, en particular la de finales de la Edad Media. Es decir, la Palabra de Dios se cumple cuando dice sobre la Gran Ramera que está ebria de la sangre de los santos y de los mártires de Jesús (Apocalipsis 17:6).

Ahora bien, quizás tú digas: “Yo ya salí de la Gran Ramera”, “yo ya no soy católico”. Sin embargo, el llamado que el Señor hace en Apocalipsis 18:4-5 a salir de la Gran Ramera no es sólo para la gente que se quede en la Gran Tribulación, sino para nosotros que estamos vivos antes del Arrebatamiento de la Iglesia, pues la voluntad de Dios es nuestra santificación (1 Tesalonicenses 4:3). Además, el concepto de Gran Ramera bíblicamente se refiere tanto a la parte física, que es la ciudad del Vaticano como tal, y espiritual, es decir, el sistema religioso que proviene del Vaticano. En otras palabras, salir del sistema satánico y pecaminoso de la Gran Ramera no consiste únicamente en dejar el catolicismo, o no seguir adorando imágenes de yeso o cartón, o no frecuentar más un templo católico. Si seguimos practicando las tradiciones enseñadas por la Gran Ramera,  aunque estemos en una Iglesia Cristiana Evangélica, y pensemos que estamos en paz con Dios, no es así delante de la Presencia del Dios Altísimo, ya que delante de Él todavía estamos dentro de la Gran Ramera; pues Dios no ve las cosas como las ven los hombres (1 Samuel16:7). Si sigues celebrando las griterías de diciembre y las fiestas navideñas, todavía estás dentro del Vaticano, aunque no estés en Roma, ni en un templo católico. Veamos por qué:

Para comprender mejor las aseveraciones antes mencionadas, es necesario saber cómo y dónde se originó la Navidad. Para eso, tenemos que utilizar recursos bíblicos en primer lugar y también recursos históricos.

Empezaremos en el libro de Génesis, capítulo 10 y versículos 8 y 9:

Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.
Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.

Escultura de Nimrod como “vigoroso cazador”

En el capítulo 10 del libro de Génesis, la Biblia nos habla de los descendientes de los hijos de Noé. Entre estos descendientes se menciona a Nimrod, hijo de Cus. Nimrod es el iniciador de la religión babilónica como tal. El Nombre Nimrod significa “Rebelde”. La Biblia dice que Nimrod llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Significa que fue el primer hombre que tuvo reinado sobre la tierra (Génesis 10:10-11). Debemos notar que la Biblia nos dice que  Nimrod además era vigoroso cazador DELANTE de Jehová. La preposición DELANTE tiene dos significados principales: Uno es: “En la presencia de”, y el otro es: “Antes o primero que”. La preposición DELANTE no está ahí por casualidad. Sino que siendo Nimrod vigoroso cazador, logró ser tan idolatrado por sus semejantes, que hasta tenían un dicho para enaltecerlo: “Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.” Es decir, pusieron a Nimrod antes o primero que Jehová. Además, la preposición DELANTE aquí usada, es la traducción de una palabra hebrea que significa “CONTRA”.

Escultura de Nimrod como sacerdote de la religión babilónica

Según los historiadores, Nimrod fue también un sacerdote de adoración satánica y pagana. Lo cual se ha comprobado mediante manuscritos antiguos y piezas de arte babilónico y asirio que muestran escenas de caza que concuerdan con la imagen que tenemos de Nimrod en Génesis como vigoroso cazador, pero también como sacerdote. Tras la muerte de Nimrod, entra en escena otro personaje bíblico e histórico, llamado Semiramis, esposa de Nimrod. Semiramis no aparece en las Sagradas Escrituras con ese nombre, pero sí fue también idolatrada más adelante por el pueblo de Israel, bajo el nombre de la “reina del cielo”. Jehová Dios dirigiéndose a Jeremías dijo sobre el pueblo de Israel:

¿No ves lo que éstos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.” (Jeremías 7:17-18)

Estatua de Semiramis o “Reina del Cielo”. Muchas réplicas de sus estatuas se venden actualmente por Internet

Israel se había vuelto tan idólatra a Semiramis o “reina del cielo” que se arrepentía por haber dejado de idolatrarla. Por favor lea Jeremías 44:16-19. Pero el pueblo de Israel no había adoptado una práctica idolátrica nueva, sino que como estábamos diciendo, todo esto se remonta a los tiempos descritos en el libro de Génesis. La evidencia histórica nos muestra que al morir Nimrod, fue Semiramis o “reina del cielo” la que se encargó de proclamar que ahora su esposo Nimrod era el dios sol, y que se le debía rendir culto. Semiramis se convirtió en la primera sacerdotisa del culto babilónico. Y no sólo eso, sino que Semiramis o “reina del cielo” fue un instrumento usado por Satanás para imitar y paganizar la profecía del Mesías que habría de venir. La primera vez que Dios Padre da la profecía de que su Hijo nuestro Señor Jesucristo vendría está también en el libro de Génesis capítulo 3, y versículos 14 y 15:

Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Satanás engañó a Eva usando a la serpiente

Satanás sabía que el Hijo de Dios habría de venir, y desde el principio confundió a las personas a través del engaño, usando como instrumento a Semiramis o “reina del cielo”. Semiramis no sólo dijo que su esposo era el dios sol, sino que usó a su hijo, un hijo quien ella mintiendo dijo que había sido concebido sin tener relaciones sexuales (tratando de imitar la forma en que nuestro Señor Jesucristo realmente habría de ser concebido mediante el Espíritu Santo), pero obviamente eso es falso, Tamuz fue concebido producto de relaciones sexuales. Semiramis dijo que su esposo Nimrod había reencarnado en su hijo, llamado Tamuz, y que su hijo Tamuz era Nimrod, el dios sol, vuelto a nacer. Es decir, Tamuz fue proclamado un niño dios. En la Biblia podemos ver que las mujeres de Israel endecharon a Tamuz, el niño dios (Ezequiel 8:13-14).

Las mujeres de Israel endecharon a Tamuz, el niño dios (el dios sol)

También varones de Israel adoraron al sol como a un dios:

Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.” (Ezequiel 8:16)

Varones de Israel adoraron al sol como a un dios

Semiramis o “reina del cielo” llegó a ser tan adorada o aun más adorada que su hijo Tamuz. De ahí proviene la satánica doctrina de la “adoración a la madre y al hijo”.

Estatua antigua de Semiramis y su hijo Tamuz

El culto babilónico presidido por Semiramis o “reina del cielo”, y su satánica doctrina “de la adoración a la madre y al hijo” se esparció sobre toda la faz de la tierra. ¿Cómo fue posible esto? A través de un evento descrito en Génesis capítulo 11 y versículos del 1 al 9. Aquí se describe la edificación inconclusa de la Torre de Babel. El propósito del hombre al iniciar la construcción de la ciudad y la torre era que ésta llegara hasta el mismo cielo, para que su nombre fuera conocido y recordado para siempre. Sin embargo, ese satánico y vanaglorioso plan fue frustrado por Jehová, nuestro Dios trino, quien descendiendo y confundiendo su lengua, no pudieron continuar la construcción de la ciudad ni la torre, por eso la Biblia nos dice:

Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.” (Génesis 11:8)

Representación artística de la Torre de Babel

Los expertos concuerdan en que fue este evento, lo que hizo que la “adoración a la madre y al hijo” fuera algo común en diferentes partes del mundo antiguo y actual. Obviamente, al ser esparcido el hombre sobre toda la faz de la tierra, ellos, en las diferentes partes por las que fueron esparcidos, llevaron consigo la falsa doctrina de la “adoración a la madre y al hijo”. Esto se comprueba porque en muchísimos países y continentes, con diferentes lenguas, culturas, y religiones, se siguió y se sigue practicando la “adoración a la madre y al hijo”. Veamos algunos ejemplos:

En Egipto a la madre Semiramis o “reina del cielo” se le llamó “Isis” y a su hijo Tamuz se le llamó con el nombre de “Horus”.

Estatua de Isis y Horus

En Asia a la madre se le llamó “Cibeles” y a su hijo se le llamó “Deoius”.

Estatua de Cibeles y Deoius

En la antigua Grecia a la madre se le llamó “Afrodita” y a su hijo “Eros”.

Estatua de Afrodita y Eros

En Roma se le llamó a la madre “Venus” y a su hijo “Cupido”.

Estatua de Venus y Cupido

Y en Nicaragua nuestro país, al igual que en todos los países donde también se practica la religión católica, se le llamó a la madre “María” en lugar de Semiramis, y a su hijo se le llamó “Jesús” en lugar de Tamuz. Quiere decir que lo que muchos nicaragüenses celebran en las “purísimas” o “griterías” el 07 y 08 de diciembre de cada año, no es más que la falsa doctrina de la “adoración a la madre y al hijo”. Es una satánica adoración a Semiramis o “reina del cielo” y a su hijo Tamuz, disfrazado con el nombre de María y el niño Jesús. Aunque la religión católica en sus cantos sigue llamando a Semiramis disfrazada de María como la “reina del cielo”.

Estatua supuestamente de María con el niño Jesús, siendo en realidad Semiramis con su hijo Tamuz

La “adoración a la madre y al hijo” es totalmente satánica, pues las Sagradas Escrituras nos enseñan que el ser humano no debe clamar ni adorar a María, ni a José, ni al apóstol Pablo, ni aun a los ángeles, pues sólo Jesús, el Cordero de Dios, fue inmolado en la cruz y es digno de recibir la alabanza y adoración (Apocalipsis 5:11-12). Dios nos ha dado a su Hijo y sólo Él es nuestro único y suficiente Salvador:

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6)

Ahora bien, ¿cómo se aprobó la pagana “adoración a la madre y al hijo” como una celebración supuestamente cristiana? Para comprender esta parte, es necesario remontarnos a la Antigua Roma, donde uno de sus emperadores llamado Constantino I supuestamente se había convertido a Cristo. A Constantino I se le atribuye la publicación del Edicto de Milán, que promovía la tolerancia a los cristianos, lo cual era totalmente contrario a la sanguinaria persecución que  el emperador Nerón había iniciado antes. Constantino I fue un propiciador para que la iglesia cristiana se contaminara con el paganismo de la religión babilónica, incluyendo la “adoración a la madre y al hijo” (por ejemplo, en Éfeso, en tiempos del apóstol Pablo, a Semiramis se le llamaba con el nombre de “Diana”, Hechos 19:27), y Constantino I publicó después otro edicto obligando a todos a pertenecer a esa iglesia que combinaba cristianismo con paganismo. De esa combinación prevalece hasta nuestros días lo que hoy se conoce como la “iglesia católica romana”.

Estatua del emperador romano Constantino I

La Navidad es una de las muchas celebraciones paganas de la religión babilónica, la cual se introdujo de forma disfrazada en la religión católica, mediante la combinación de paganismo con cristianismo. La Navidad supuestamente celebra el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. Sin embargo, eso es totalmente falso. Ya que el Vaticano fue quien impuso la fecha de la celebración del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo para el día 25 de diciembre. ¿Esto es realmente bíblico? ¿Nació Jesús un 25 de diciembre? La Biblia nos enseña:

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.” (Lucas 2:8)

La Biblia no dice con exactitud qué día nació Jesús. No obstante, dice que cuando se dio el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, había pastores cuidando por la noche a su rebaño, quienes recibieron la noticia por medio de un ángel. Esto indica que Jesús no pudo haber nacido en el mes de diciembre, el cual es un mes frío y lluvioso en Judea. Si hubiese sido invierno, esto hubiese llevado a los pastores a buscar refugio para ellos y su rebaño, lo cual nos hace ver que Jesús no nació durante el invierno.

¿Entonces por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre?

La fecha del 25 de diciembre para la celebración de la Navidad fue establecida por el Vaticano

Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?
Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años.
Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.” (Gálatas 4:8-11)

De igual forma, muchos cristianos de hoy en día, siguen guardando religiosamente los días, meses, tiempos y años de las festividades religiosas, siendo muchas de éstas de origen pagano.

El Solsticio de Invierno

La elección del día 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Jesús, como dijimos antes, fue una decisión del Vaticano. Pero esta decisión no se hizo al azar. El día 25 de diciembre era el día en el que los paganos celebraban el nacimiento del dios sol durante el solsticio de invierno. ¿Qué es y cuándo toma lugar el solsticio de invierno? Es el momento cuando el sol está a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste, se da casi siempre el 21 de diciembre de cada año (algunos años cae en 22 de diciembre). Esto hace que el 21 de diciembre tenga muy pocas horas de luz solar, convirtiéndose en el día más corto del año, y la noche más larga del año en el Hemisferio Norte del Planeta Tierra.

Estatua al dios pagano Mitra o Sol Invictus

La religión babilónica y los pueblos paganos creían que al inicio del solsticio de invierno el 21 de diciembre, el sol moría, debido a que dominaba la oscuridad, y ya que el sol se miraba estacionario por los siguientes días (La palabra “Solsticio” viene del latín “Solstitium” que significa “Sol Quieto”); ellos creían que el sol estaba muerto hasta el día 25 de diciembre, cuando según ellos, el sol volvía a nacer. Esta fecha era principalmente celebrada por los adoradores del dios solar “Mitra”, el cual es el mismo Tamuz bajo un nombre diferente. La celebración del nacimiento del dios sol realizada el 25 de diciembre vino a Roma, con el nombre de “Saturnales”, y el día 25 de diciembre se celebraba el nacimiento del dios sol (Celebración del “Sol Invictus”). De Roma fue adoptada por la iglesia católica romana, la cual la disfrazó como el “nacimiento del niño Jesús”, supuestamente para que los paganos se convirtieran al catolicismo. En resumen, la Navidad se celebra mundialmente el 25 de diciembre en honor al nacimiento del dios sol (Sol Invictus). Si tú como cristiano celebras la Navidad, estás todavía dentro de la Gran Ramera, porque le rindes culto al dios sol. No te dejes engañar por las tradiciones paganas. Por eso la Palabra de Dios nos dice:

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.” (Colosenses 2:8)

La Navidad es una tradición de hombres de origen satánico, y llena de superstición y simbolismo pagano. Todas las cosas que ésta implica ofenden a Dios, porque están en contra de Su Santa Palabra. Veamos algunos ejemplos:

1) El Árbol de Navidad:

Árbol de Navidad adornado en las montañas

Según las creencias babilónicas, Semiramis o “reina del cielo”, mintiendo, dijo que ella había visto un árbol de hoja perenne que había brotado de un tronco muerto en una sola noche. Y que el tronco muerto simbolizaba a su esposo Nimrod muerto, pero que el nuevo árbol que había brotado simbolizaba a Tamuz. Esto lo hizo para promover la falsa reencarnación de Nimrod en Tamuz, y ordenó que los árboles se adornaran. Estas creencias babilónicas se esparcieron, y por tal razón, muchas culturas a nivel mundial tienen “árboles sagrados” a los que les rinden culto.

El uso de los árboles como medios y lugares de adoración pagana también afectó al pueblo de Israel. Por eso Jehová les envió la siguiente Palabra:

Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril.
Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.
Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.” (Jeremías 10:3-5)

Transporte del árbol de Navidad central en Nueva York, Estados Unidos

También lea: Deuteronomio 12:2, Deuteronomio 16:21, 1 Reyes 14:23, 2 Crónicas 28:4, Isaías 57:5, Jeremías 2:20, Ezequiel 6:13, versículos que hablan sobre el uso de los árboles como puntos de adoración pagana por parte de Israel.

Ciertamente en países como Nicaragua, los árboles de Navidad son artificiales, de plástico y metal. Sin embargo, el simbolismo pagano es el mismo que el enseñado por la religión babilónica. Por lo tanto, toda persona que aun siendo cristiana pone un árbol de Navidad en diciembre, supuestamente para honrar el nacimiento de Jesús, lo que está haciendo en realidad es seguir con una antigua tradición babilónica para honrar a Tamuz. ¿Cuántos cristianos tienen un símbolo de honra a Tamuz en la sala de su casa? Es hora de salir completamente de la Gran Babilonia antes del Arrebatamiento de la Iglesia. ¡Amén!

2) Santa Claus y el Materialismo:

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.
Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.” (2 Pedro 1:16-18)

Muchos padres cristianos les están enseñando sobre nuestro Señor Jesucristo a sus hijos mediante “fábulas artificiosas” y no a través de la bendita y poderosa Palabra de Dios. Les están enseñando a creer en la “magia” de la Navidad, siendo la magia algo abominable delante de Dios (Deuteronomio 18:10-11), y también les están enseñando a creer en personajes a quienes se les atribuyen habilidades mágicas, como es el caso del famoso Santa Claus.

Personaje conocido como “Santa Claus”, símbolo más popular de la Navidad

Cada año, la Navidad desencadena un materialismo desmedido en las personas. El personaje símbolo de este materialismo es llamado “Santa Claus”. Este personaje tampoco forma parte de la Navidad por pura casualidad: En las Saturnales, celebración romana para celebrar el nacimiento del dios sol, cuyo día más importante era el 25 de diciembre, los participantes se solían dar regalos entre sí, e imperaba un ambiente de falsa alegría; a tal punto que los esclavos podían opinar libremente y eran servidos por sus amos. En la pagana religión babilónica, el árbol que había brotado en una sola noche era un símbolo de Tamuz (Nimrod reencarnado). Bajo esa mentira, se creía que el dios sol daba regalos a los pies del árbol de hoja perenne que se adornaba en su honor. Es decir, en la religión babilónica se le atribuía al dios sol el milagro de dar regalos a los pies del árbol.

Niños en la “mañana de Navidad” abriendo regalos a los pies del árbol

La Biblia nos enseña sobre la habilidad de disfrazarse que tiene Satanás:

Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.” (2 Corintios 11:14-15)

Imagen del obispo católico Nicolás de Bari

Al ser todo esto absorbido en Roma a través de las Saturnales en honor también al dios sol, la religión católica quiso “cristianizar” todo este paganismo, disfrazándolo de supuesto “cristianismo”, usando la figura del obispo católico de origen griego llamado Nicolás de Bari; quien fue muy idolatrado por los católicos de la Edad Media (atribuyéndosele obras de caridad y milagros).

Fueron la literatura y la publicidad desde el año 1809, que le fueron dando la forma del viejo gordo, barbudo y buena gente que el mundo conoce también como Papá Noel o San Nicolás (según lo nombró la religión católica). La compañía Coca Cola fue la que finalizó el proceso de formación de este “mágico” personaje en sus campañas publicitarias masivas en 1931, en las que inspirados por campañas publicitarias previas de otras empresas, establecieron el color de su vestimenta con rojo y blanco.

Una de las imágenes de Santa Claus utilizada por la Compañía Coca Cola en su campaña publicitaria del año 1931

Así que el personaje de Santa Claus o San Nicolás no es tan inocente. Fue un personaje inspirado en un obispo católico para tratar de cubrir de inocencia los regalos dados en honor al nacimiento del dios sol cada 25 de diciembre, tanto en las Saturnales de Roma como en la Navidad. Es un personaje lleno de supuesta “magia”. La iglesia católica disfrazó el nacimiento del dios sol como si fuera el de Cristo, y no sólo eso, sino que también aprueba la existencia de un personaje que arrastra a millones de almas de niños y adultos hacia el materialismo desmedido.

La voluntad de Dios es que el cristiano esté confiado y seguro en las manos de Jesús, su Hijo Amado, por eso Jesús dijo:

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:27-30)

Millones de padres cada año entregan espiritualmente a sus niños pequeños en las garras de Satanás al ponerlos en las piernas de “Santa”

La voluntad de Dios no es que sus hijos se depositen en la garras de Satanás ni del materialismo. Quizás usted alguna vez se preguntó por qué es “Santa Claus” en lugar de “Santo Claus”. El origen de este nombre, el más popular de todos los nombres con que se conoce a este personaje navideño, es de origen inglés, y es el resultado de un juego de orden de letras y sonidos de este idioma. La palabra “Santa” viene de “Satan” (pronunciado “Séitan”) que significa “Satán o Satanás”, solamente la letra “n” se remueve del final al centro de la palabra, resultando “Santa”. La palabra “Claus” es la escritura fonética de la palabra inglesa “Claws” (pronunciado “Klos”) que significa “Garras”. El nombre “Santa Claus” (Satan’s Claws) significa entonces: “Las Garras de Satanás”. Eso es exactamente lo que hacen millones de padres alrededor del mundo con sus hijos pequeños, quienes cada año los llevan a lugares como los centros comerciales, y los sientan en las piernas de “Santa Claus”. En otras palabras, espiritualmente los ponen en las “Garras de Satanás” para que crezcan siendo avaros, amadores de este personaje que representa el amor al dinero y lo material, y así no tengan ningún amor a nuestro Señor Jesucristo cuando crezcan. Estamos en la generación más materialista de la historia, y en cada Navidad, los padres cristianos enseñan a sus hijos a amar más y más los regalos materiales.

El “Viernes Negro”, celebrado en E.E.U.U.,  hace que muchos duerman a las puertas de las tiendas, corran frenéticamente, y hasta peleen a golpes entre sí por las cosas materiales a precios rebajados. Un claro ejemplo del materialismo que despierta la “temporada navideña” en la gente.

¡Sal de la idolatría del materialismo hoy (Efesios 5:5)! Por eso nuestro Señor Jesucristo nos enseña:

Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” (Lucas 12:15)

3) El Espíritu de la Navidad:

Representación artística del “espíritu de la Navidad”

Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;” (2 Corintios 11:4)

Un concepto heredado del origen pagano de esta celebración, es el llamado “espíritu de la Navidad”. Cada año se escucha en la publicidad de los medios de comunicación una invitación a recibir, vivir y disfrutar este “espíritu”. Sin embargo, esto no es tan inocente como suena. Según las tradiciones paganas nórdicas, el “espíritu de la Navidad” desciende a la tierra el 21 de diciembre de cada año (al inicio del solsticio de invierno) cerca de la medianoche, y visita a los hombres de buena voluntad. Además, según estas tradiciones, es posible pedirle deseos al “espíritu de la Navidad” a través de cartas, el cual supuestamente los concederá cómo él lo considere mejor.

Los brujos y practicantes del esoterismo tienen rituales (los cuales ellos describen detalladamente) en honor al “espíritu de la Navidad”

A este “espíritu” se le atribuye el amor, la unidad, la generosidad y todos los sentimientos positivos que la gente experimenta durante las fiestas navideñas. Por tal razón, no es nada sorprendente que los brujos, astrólogos, y practicantes del esoterismo tengan ritos en los que se usan vasos de agua, piedras, velas blancas, incienso en grano, papel y lapicero para escribir la carta al “espíritu de la Navidad”. Este “espíritu” es sin lugar a dudas una creencia esotérica y ocultista, aunque tristemente Iglesias que se autodenominan “cristianas” creen y celebran a este “espíritu”. Por eso la Biblia nos dice:

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” (1 Juan 4:1)

4) Falso Amor y Falso Perdón:

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1 Juan 4:7-8)

Muchos se dejan llenar de un falso amor y un falso perdón a sus semejantes que no provienen de Dios durante la “temporada navideña”.

Como hemos mencionado antes, en las Saturnales de Roma, los participantes se solían dar regalos entre sí, y reinaba un ambiente de falso amor y comprensión, que beneficiaba aun a los esclavos. Pero este ambiente era únicamente temporal, volviendo los esclavos a su esclavitud al finalizar las festividades, y el falso amor y comprensión desaparecían luego del 25 de diciembre. Es decir, después de la celebración del nacimiento del dios sol (Sol Invictus). Lo mismo ocurre en nuestros días, en la temporada navideña, movidos por el supuesto “espíritu navideño”, la gente se deja llenar de un falso amor, y son comunes las escenas de perdón entre gente que se había herido física o emocionalmente entre sí; entre otras escenas conmovedoras. No obstante, luego de las fiestas navideñas, el odio, los pleitos, la falta de perdón, y todos los sentimientos negativos contra el prójimo vuelven a imperar.

Como el amor y el perdón que se manifiestan en la Navidad no provienen de Dios, sino de la “magia” y el “espíritu” de la temporada, la vida decadente de quienes viven sin Cristo vuelve a su estado caótico en el “Año Nuevo”

La humanidad no se da cuenta de que solamente Jesús, a través de Su Espíritu Santo, es quien nos da de Su amor; nos llena de Su amor para que podamos amar y perdonar a quienes nos han ofendido. Sólo Jesús puede hacer esa obra en el ser humano, no una celebración vacía, formada de paganismo de principio a fin. Por eso Jesús nos dice:

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:27)

¿Entonces en qué fecha debemos celebrar el nacimiento de Jesús?

Cristo murió para que nosotros tuviésemos vida, pero resucitó al tercer día, y ahora está sentado en gloria a la diestra de nuestro Padre celestial

En ninguna fecha. Porque nuestro Señor Jesucristo en ningún momento nos ordenó que celebrásemos su nacimiento. Lo que nos dio vida no fue su nacimiento, sino su muerte. Satanás sabía que no era el nacimiento de Jesús lo que nos daría vida, sino su muerte; por eso, en una ocasión, utilizando a Pedro, Satanás le pidió a Jesús que no fuera a la cruz (Mateo 16:21-22). Jesús, reconociendo que no era Pedro, sino Satanás quien le hablaba, lo reprendió (Mateo 16:23). Fue por medio de la muerte de Jesús que nosotros fuimos reconciliados con Dios el Padre (Romanos 5:10). Fue Su sangre derramada en la cruz del Calvario la que nos justificó (Romanos 5:8-9), no fue su nacimiento. Si Cristo hubiese únicamente nacido sin haber muerto, en muerte de cruz (Filipenses 2:8), todos seguiríamos enemistados con Dios el Padre, y continuaríamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1). Jesús no nos ordena que como Su Iglesia conmemoremos Su nacimiento, sino Su muerte:

La Iglesia que ama a Jesús no es llamada a conmemorar su cumpleaños (fecha de nacimiento), sino su muerte (su sacrificio en la cruz del Calvario)

Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.” (1 Corintios 11:23-26)

La fecha del nacimiento de Jesús no es el 25 de diciembre como ya lo hemos aprendido. Esa fecha no fue revelada por Dios en Su Palabra. No fue Su voluntad revelárnosla. Es algo secreto para nosotros. Por eso la Biblia nos dice que las cosas reveladas son de nosotros los hombres, pero las secretas le pertenecen únicamente a Dios (Deuteronomio 29:29).

Nacimiento arreglado en el Vaticano para una “Misa de Gallo”. Nótese la distancia de la estatua que supuestamente representa a “José” y el gesto de asco y desprecio de la mano derecha de la misma, ya que los feligreses católicos creen fervientemente que la estatua del niño representa a “Jesús”. El Vaticano hizo así esa estatua intencionalmente.

Ya deje de celebrar fiestas paganas. Deje la religión babilónica (catolicismo). Deje todo eso en el Nombre de Jesús. Salga completamente de la Gran Ramera, de su sistema religioso satánico, y de sus tradiciones paganas. Pídale al Padre celestial que le perdone por medio de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, y conságrese cada día más a Dios; para que cuando Cristo Jesús venga por su Iglesia, lo halle velando, y todo su ser sea irreprensible (1 Tesalonicenses 5:23), para que pueda volar hacia Él cuando suene la Final Trompeta. ¡Amén!

Les ama en Cristo,

Hno. Diederik Maynard
Blog JESUCRISTO te llama HOY
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¿Qué dice realmente la Biblia sobre la Navidad?

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