La tarea del temblor El Miedo nos desmantela, pero es también la oportunidad para el valor. La vulnerabilidad y la inseguridad de la vida nos arrinconan en su angustiosa celda. Las creencias y el conocimiento nos alivian pero no nos salvan. Nos queda la lucidez de afrontarlo y el coraje de caminar por encima de sus brasas, con el destino a cuestas. Hola, Miedo. Aquí estamos de nuevo.