Si los costarricenses disfrutamos al pensar que nuestro país ha sido un ejemplo de libertad, democracia y paz, hoy día debemos replantearnos la situación que enfrentamos. Porque la falta de seguridad, el control narco de instituciones y personalidades, la injerencia extranjera negativa y la corrupción del sistema político en general, definitivamente nos convierte en muchas cosas, menos en la nación que otrora fuésemos.
Aquellos en quienes depositamos nuestra confianza nos han traicionado de la manera más cruel e inhumana. Si usted piensa que vive en una Suiza centroamericana, tiene que despertarse de su sueño, pues su comparación la hace tomando como referencia a países como El Salvador, Honduras y Nicaragua; pero si nos comparamos con Panamá: ¿Quién entonces es la Suiza del istmo?
Costa Rica necesita un cambio. Uno que quite de sopetón a todos los que la tienen secuestrada; a todos esos políticos de pacotilla y sus partidos. Porque cuando uno va para el abismo, lo único que puede evitar la caída es detenerse y dar vuelta, eso no se logra con huelgas o marchas, se necesita un plan de acción inteligente y radical, también carácter para llevarlo a cabo. Uno que al mejor estilo tico tenga como base gente de criterio, consciente y dispuesta a actuar. Todavía me acuerdo cuando decíamos que nuestros maestros eran nuestro ejército.
Hoy día, en medio del descaro de gente que está en puestos del gobierno, contra tal desvergüenza, que de paso es planeada y malévola, (aunque copiada) no podemos dormirnos y dedicarnos a llorar, Mucho Menos a golpearnos el pecho, tenemos que organizarnos y trazar una ruta de acción para eliminar de raíz ese problema que nos ha estado mutilando, torturando y asesinando.
El conflicto es con el sistema que existe y quienes lo controlan. Si derogamos el sistema, automáticamente le quitaremos el poder a los infames que usurparon la ley, cambiándola a su antojo.
La globalización, que, si ha traído uno que otro dólar y oportunidad, debe despertar nuestro intelecto para analizar a quienes ha realmente beneficiado y con ello preguntarnos: ¿A quién le ha costado pagar los platos rotos y los de lujo que otros usan?
Para ejemplo, un botón: Justamente en un mundo que poco a poco se va dando cuenta que el plástico daña el ecosistema, que el uso de agroquímicos nos envenena a nosotros y el suelo y que la mega- producción a cualquier costo, a cambio de enriquecernos rápido y desmedidamente, maltrata la naturaleza y destruye el futuro de nuestros hijos, ¿No entendemos que es hora de ver que hay que cambiar toda esa estructura, y volvernos a los rudimentos como la cordura, la sensatez, la idiosincrasia (yo diría: “indiosincrasia”)?
Porque en el país tenemos elementos, me refiero a personas, que son capaces de desempeñarse adecuadamente y con honestidad, pero ellos podrán funcionar sin comprometerse o prostituirse solo si erradicamos el sistema que nos ha sido impuesto.
!! Si !! En el país hay gente y muy capaz, con disposición para hacer el bien. Ahora para que me entiendan un poco, les voy a poner un ejemplo: El licenciado don Juan Diego Castro. Este caballero tiene capacidades que le sirven al país, pero nunca como político, mucho menos como presidente. Juan Diego tiene talentos escondidos, para mí el sería un fiscal estupendo, pero un fiscal no conforme al patrón que tenemos, porque los fiscales actuales son todos políticos. Este abogado sería un buen fiscal, si ser fiscal fuese un trabajo de oposición continua, sin hueso político. A él, da gusto verlo ir encontrando y desenmascarando los enredos de todos, si no fuera porque sabemos que eso lo hace con fines políticos, estaríamos con la esperanza al tope. Buen periodista podría ser, posibilidades de ubicarse entre los mejores, porque sabe hablar al pueblo, si como dije, renunciara a ser presidente o ministro o a ocupar cualquier puesto gubernamental, contentarse con ser civil, como deberíamos ser todos, si queremos recuperar la hegemonía.
Pero bueno, retornando a la realidad, si queremos que el país cambie de rumbo, tenemos que estar dispuestos a renunciar a la vieja estructura que carcome la democracia y los valores cristianos.
Realmente se debe dar un diálogo, pero entre aquellos que no son parte de la corrupción, aquellos que están conscientes de la necesidad de un cambio radical.
Realmente se debe dar un diálogo, pero entre aquellos que no son parte de la corrupción, aquellos que están conscientes de la necesidad de un cambio radical.
¿En donde están los hijos producto de los soldados de Costa Rica?
