Cantante de los grupos The Dead Weather y The Kills, Mosshart expuso por primera vez su obra en 2014 en una exhibición colectiva que resultó en la venta de todas sus pinturas, las cuales ha realizado a lo largo de los años en cuartos de hotel o en la zona de backstage durante las múltiples giras que ha realizado con sus bandas. «Siempre pinto en el backstage, en la casa, en las habitaciones de hotel. En verdad hay muchos momentos muy aburridos mientras esperas en la gira; puedes leer, puedes emborracharte -tienes que encontrar algo qué hacer o te volverías loco, así que yo lo que hago es pintar. He acumulado un buen conjunto de obras; ¡todo es del tamaño de una maleta!», dice la artista y cantante.

Pastel, acuarela, óleo y collage son algunas de las técnicas con las que Alison ha compuesto la mayoría de sus creaciones. Su obra se compone de imágenes fascinantes que penetran la mirada y provocan emociones exultantes tanto a la parte emocional como a la racional del cerebro. Su arte es fuerte y rico en detalles, a tal grado que no hay sólo uno que capture la atención sino todos los que componen sus lienzos. Asimismo su imaginación y técnicas para crear lucen por su originalidad: la pintura “Big Red” (2014) fue hecha con un carro a control remoto que terminó de pintar cuando las baterías del juguete se acabaron. Cuando no pinta en los hoteles o en los camerinos, Alison Mosshart  trabaja en un gran estudio de Nashville, Tennessee, sitio en el que realiza la producción de sus obras de gran tamaño.

“Fire Power” fue su primera muestra pictórica en solitario en la galería Joseph Gross de Nueva York. La muestra estuvo compuesta de 127 obras creadas a partir de 2013 en adelante durante las giras con The Dead Weather y The Kills. «Todos los trabajos en papel se realizaron en diferentes ciudades, backstages, habitaciones de hotel, vehículos en movimiento. Las piezas más grandes en las que realmente podía trabajar en mi estudio eran sólo una representación más abstracta de eso », dice la pintora y cantante en entrevista para el diario The Guardian.

El aspecto tridimensional de su obra, los rostros descompuestos de sus modelos, el uso de colores difuminados o puestos en todo esplendor ofrecen al espectador la sensación de estar en un viaje emocionante en el que todo se vuelve sorpresa y horror. Alison Mosshart nos conduce por el lado más decadente del mundo así como por el más luminoso y fantástico, una muestra de lo que ha sido su vida en el rock, en la carretera y en dejarlo todo para perseguir un sueño: «Salir de Florida y mudarme a Londres con cerca de $100 dólares en el bolsillo, sin planes y sin tener a dónde llegar, simplemente pensar que eso es lo que quería hacer tenía perfecto sentido, no parecía, para nada, una mala idea; pasaron tres años para que dejara de ser una mala idea, ¡hasta que dejé de dormir en el piso y de morirme de hambre y de congelarme! Ya sabes, tomó un tiempo arreglar las cosas, pero si no lo hubiera hecho no habría estado en The Kills, no habría hecho un montón de cosas en mi vida por las que estoy agradecida de haber sido capaz de hacer; y simplemente fue un acto de fe de una chica de 20 años».

En el rock hay una larga tradición de músicos que han hallado en la pintura una nueva vía de escape. Gente como Ron Wood de The Rolling Stones, Paul Stanley de Kiss, el reverendo Marilyn Manson, Kurt Cobain de Nirvana, Paul McCartney y John Lennon de The Beatles y más han cambiado durante unas horas las guitarras por los pinceles y dado rienda suelta a otro tipo de exploración artística. Alison Mosshart ha entrado a engrosar esta lista con pinturas que también tienen la facultad de tener música propia. El arte de Mosshart se hace acompañar de notas surrealistas, místicas y sensuales que aterrorizan por presentar el alma de una mujer que lo ha visto todo en el mundo perturbador de la música.

¿Por qué un músico hace pinturas cuando por medio de la música podría explorar todo el universo de experiencias que carga encima de sus hombros? ¿No le basta explorar esa locura con sonidos? Al contrario, un músico tiene que exorcizar lo que lo marca por medio de otras vías. La pintura es capaz de materializar los demonios que atormentan a un ser humano como si de una terapia psicológica se tratara. Cuando se observan las pinturas de Alison Mosshart nos da la impresión de estar ante el retrato mismo de la locura en estado máximo. Todo lo que la cantante ha visto desde sus cinco años de edad se refleja en cada detalle de sus cuadros, en cada rostro deforme, en cada boca demoniaca y en cada oreja que pareciera estarse desprendiendo.  

«Todas esas caras, todos esos ojos, todos esos dientes extras, son disecciones de confusión y conversaciones que he tenido en el camino. Nadie se siente como si estuvieran completamente firme. La mierda está cambiando todo el tiempo», afirma.

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La perspectiva femenina en el arte está llena de enigmas y elementos fascinantes, como en el caso de la mujer que se hizo famosa por pintar vaginas, o los pezones y lesiones en el arte que salvaron a una mujer de la locura

 Articulo cortesía de: http://culturacolectiva.com/alison-mosshart-pinturas-tristes/

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Fuentes

Young OffendersLucidezThe Guardian