Si hubiese sucedido todo tal como me lo contó, sería un ser más ficticio que su historia. Pero la Habana sangra todavía por sus cerraduras y estaba obligada a contarme algo antes que un presunto desinterés se adueñase de mí y volviese espaldas camino del hotel sin dejar un dólar entre sus caudales de canela. Entonces dijo, la muy astuta por años de barrio y Medicina, lo que sabía me habría de