Lo imprevisible ( a mis casi 50 años de respiración, Lo Previsible) me comprueba que el caótico azar es un gen constructor de la vida, me guste o no. Y continúa exigiendo de mi la transformación persistente e incesante que prepara para la Muerte. Dicho de otro Modo - o al modo occidental- otorga un mejor vivir: vida Desasida, lejos del sufrimiento. Desprenderse es un derrumbe. Y a la vez es generosidad. Es separarse y desgajarse para permitir la liberación.
Volveré en Octubre para completar el último post correspondiente al Ciclo de Retratos y para retomar la publicación de mi Ejercicio de Ensayo. ¡Me cargan los pendientes!, sin embargo mi existir está construido sobre ellos. Es, Lo Imponderable.
Por ello, desasirme, es mi misión.
LA DESASIDA
Gabriela Mistral
En el sueño yo no tenía
padre ni madre
gozos ni duelos
no era mío ni el tesoro
que he de velar hasta el alba
edad ni nombre llevaba
ni mi triunfo ni mi derrota
Donde estuve nada dolía:
estaciones, sol ni lunas
no punzaban ni la sangre
ni el cardenillo del Tiempo
ni los altos silos subían
ni rondaba el hambre los silos.
Y yo decía como ebria:
¡Patria mía, Patria, la Patria!
Pude no volver y he vuelto.
De nuevo hay muro a mi espalda
y he de oír y responder
y, voceando pregones
ser otra vez buhonera.
Pero me iré cualquier día
sin llantos y sin abrazos
barca que parte de noche
sin que la sigan las otras
la ojeen los faroles rojos
ni se la oigan sus costas...