| Juan Goytisolo en Marrakech - José Aymá (2015) |
Ser árabe en Francia, moro en España, africano en Bélgica, turco en Alemania, significa vivir la pesadilla cotidiana de los controles arbitrarios, afrentas sin motivo, agresividad difusa. Las tribulaciones resultan perfectamente lógicas si el la primera página de un conocido y respetado diario el editorialista afirma de lleno de alarma que “se nos mete la morisma en casa” y en la cubierta de un popular semanario aparece una bandera española apuñalada por una daga sarracena con la leyenda en verdad sugestiva de “El islam nos penetra” sin que nadie, que yo sepa, proteste o alce la voz contra semejantes falacias o agravios.
La Europa del miedo (Juan Goytisolo, 1987)
Disidente, heterodoxo, singular, primer escritor español que hablaba árabe desde el Arcipreste de Hita y exiliado múltiple, primero del franquismo y su censura, luego de la estupidez de la España democrática. Apreciaba tanto el mundo árabe, porque le sirvió como observatorio distante de una sociedad española y europea de la que fue crítico sagaz y la que le gustaba sacarle los colores. Consciente de que "la literatura no salva a nadie ni de la enfermedad, ni de la muerte, ni de las desgracias que le pueden ocurrir" no cesó de ser escritor e intelectual, como una rara especie que decae y se extinguirá en el siglo XXI, a este paso. Defensor de los desposeídos, de los minoritarios, de los excluidos. Pensador y pensativo, las polvorientas calles de la medina de Marrakech alumbraban sus palabras, que, para mí, resumen la sabiduría de ambos lados de las orillas del Mediterráneo. La ausencia de una persona como Juan Goytisolo se me antoja inconsolable. Nos queda su obra, cargada de argumentos, a lo que acudiré una y mil veces. Marruecos, el más occidental de los países árabes, fue su hogar y será el lugar de su descanso eterno. Adiós, Don Juan, te echaremos de menos.
