Hay personas que no son capaces de asumir su condición sexual, en muchas ocasiones, presionados por el qué dirán en su entorno familiar, de amistades o por los tabúes sociales. A veces es tan insoportable el sentimiento de culpa de un supuesto “pecado” que no cometieron que terminan cayendo en las garras de grupos fanáticos que les prometen “curar su enfermedad” o en sectas que demonizan la homosexualidad y que terminan por forzar a la persona a una aparente “normalidad” que lo convertirán en un acomplejado para el resto de su vida.
Pero también se puede salir de las garras de estas instituciones. Es el caso de “Exodus Internacional” con sus 260 miembros (son pocos pero hacen mucho ruido). Es una entidad que pretende reprimir la homosexualidad con oración y creencia en Dios. Sin embargo, ya son varios los destacados miembros de Exodus que se desmarcan de esas terapias para curar la homosexualidad. Es el caso de Michael Busee, uno de sus fundadores y ahora su mayor detractor. Cuando en 2007 dejó la institución comentó en la prensa: “Formamos Exodus International varios ministros que nos manteníamos en contacto. Como se nos invitaba a hablar en varios lugares a través del país, terminé conociendo y enamorándome de otro de los voluntarios de Exodus quien también estaba casado y con hijos. Inmediatamente nos sentimos atraídos y entonces me dije : “Haber, haber, esto no está funcionando”, pero no podíamos confesar nuestros sentimientos mutuos. Aguantamos hasta que la tensión interna alcanzó un límite tan alto que ya no podíamos continuar diciendo que eramos ex-gays porque nos dimos cuenta que estábamos enamorados. Entonces decidimos que teníamos que ser responsables, dejar de decirnos que eramos ex-gays y dejar el ministerio”. Ahora Michael y Gary son pareja. Atrás queda las culpas de haber hecho daño a sus respectivas familias por no reconocer a tiempo lo que realmente son.
No es oro todo lo que reluce porque el propio presidente actual de Exodus, Alan Chambers, aseguró que hacen verdaderos esfuerzos para disociarse de los grupos que incentivan estas actitudes:”No creo que la curación sea una palabra aplicable a cualquier lucha realmente, incluyendo la homosexualidad”, aseguró Chambers, quien está casado con una mujer y tiene hijos.
La organización causó el año pasado una gran polémica cuando Apple, una empresa abiertamente gayfriendly, comercializó una aplicación para expandir el mensaje de Exodus a través de la AppStore. Activistas del colectivo gay mandaron una petición pública a Apple para que la retirara de su store. Tres días más tarde, Apple escribía a los creadores de la aplicación informándoles de que la habían retirado “por dañar a un gran número de personas”.
Fundada en 1976 en Orlando (California), Exodus es una organización cristiana interdenominal sin fines de lucro. La organización ha crecido hasta alcanzar más de 120 ministros locales en EE.UU. y Canadá y más de 150 ministros en otros 17 países. El grupo tiene además periódicos mensuales, conferencias anuales, organiza conferencias bajo petición y página web en Internet.
¿Qué tiene que decir la iglesia católica ante estas organizaciones que echan tufo a sectas?. ¿No es antinatural querer reprimir a base de oración nuestra propia naturaleza?.
Pero como esta organización cristiana también hay muchos personajes que se dicen ser psiquiatras y que tienen sus propios métodos para “curar a gays”. Mucho cuidado porque son charlatanes de feria que buscan sacar el dinero a sus víctimas.

www.madridgays.es

-