Para Tener una cavitación exitosa se necesita emplear ciertas normas de protocolo que le ayudaran a usted y al especialista a tener buenos resultados en el tratamiento. Consiguiendo así que no haya un efecto nocivo en su Cuerpo, a pesar de tener bajos riesgos, la cavitación como cualquier otro tratamiento, puede tener problemas y no se omite una reglamentación estricta a la hora de realizar esta técnica.

El protocolo del tratamiento

Primeramente se realiza un examen posicionando al Paciente de manera vertical, el examen está aplicado para verificar y delimitar las zonas que se van a tratar durante la cavitación. Se examinan las partes del cuerpo y se definen esas zonas que necesitan de la radiofrecuencia. Para una mayor claridad a la hora del tratamiento, se emplea un lápiz demográfico ya que así no hay confusiones durante la cavitación.
Luego del examen se aplica un gel especial sobre la piel para posteriormente aplicar la radiofrecuencia. Se utiliza una sonda de ultrasonido externa especial, que previamente se ha esterilizado en frio. Generalmente está establecida una potencia de emisión para aplicar sobre la piel, la cual es de 3 W/cm2.
A la hora de escoger la profundidad a la que han de penetrar las sondas se estima lo necesario en términos de la frecuencia de emisión que llegará hasta cierto punto de profundidad según se necesite. Generalmente esta profundidad va de 1,5 a 2,5 cm y en ciertos casos puede llegar a alcanzar los 3,5 y 4 cm o incluso más.
Para los transductores de presión utilizados se utilizan aquellos que pesan 1,3 kg y las sondas se van moviendo sobre la piel de manera circular y más específicamente en el área a tratar. Estos movimientos suelen ir terminando en movimientos más suaves luego de 15 a 30 minutos de tratamiento. Las sondas son especiales y están diseñadas para que se disipe de manera uniforme el calor sin que se sobre calienten los transductores.

Consejos para su seguridad durante una cavitación

Muchos han opinado, sin antes verificar, que la cavitación es peligrosa, sin embargo no hay de qué preocuparse si se ha escogido a un especialista certificado. La radiofrecuencia es un tema estudiado por los especialistas en este campo y saben cómo utilizarla a conveniencia para que no haya daños en el cuerpo del paciente. Además,estos profesionales previamente tomarán medidas de seguridad y estarán conscientes de su estado físicopor lo que el tratamiento se adapta al paciente de acuerdo a su cuerpo.
Siempre hay que asegurarse de que se estudie bien el estado físico del paciente. Si se somete a una cavitación necesitará estar seguro de que el profesional se ha encargado de realizar un chequeo completo de su estado físico y que no se omitan las contraindicaciones de este tratamiento como en los periodos de lactancia, para los que está contraindicado.