Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi se dieron el “sí, quiero” el 25 de julio de 2015, en una atípica boda civil celebrada en Mónaco.
Después de 6 años de matrimonio, este enlace en la Familia Grimaldi se sigue recordando como uno de los mejores. Un antes y un después para la familia monegasca, pues esta boda significó el ascenso de la periodista y ex modelo italiana a la familia real.
La boda más atípica de la familia Grimaldi
La ceremonia se ofició en el mismo salón en el que Carolina de Mónaco ya se había casado tres veces y duró exactamente 20 minutos. Una ceremonia corta a la que no asistió la princesa Charlène, la mujer de Alberto de Mónaco, a pesar de que sus hijos sí asistieron al enlace.
Después del “sí, quiero”, los invitados disfrutaron de una auténtica fiesta en los jardines privados de palacio diseñados por la mismísima Grace Kelly. Más de 500 invitados celebraron este enlace a través del picnic típico que ofrece la familia Grimaldi, en el césped del palacio.
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El príncipe Alberto fue quien dio la bienvenida a Beatrice a la familia y explicó el significado de aquella celebración en la que el novio vestía el tradicional traje de la Camarga y Beatrice un vestido monegasco: “Cuando su madre murió, Pierre solo tenía 3 años. La princesa Carolina se llevó entonces a todos sus hijos a Provenza para vivir tranquilos. Así que Pierre tiene este lado campestre, que ama. Él quería una boda que le recordara a su infancia y poder compartir ese sentimiento con la novia”.
Los perritos calientes fueron los protagonistas estrella del menú. Mientras tanto, las danzas y charlas no faltaban, como tampoco faltaban actividades como juegos de petanca e, incluso, una cucaña.
Después de esa apacible tarde, todos se trasladaron hasta el Hotel de París, donde disfrutaron de una fabulosa cena y, posteriormente, de una increíble fiesta en el club Jimmy’z. ¡Un enlace en el que no faltó de nada!
