Beatriz y Mateo se dieron el “sí, quiero” hace apenas unas semanas y estamos seguros de que hoy son más felices que nunca. Os contamos su historia de amor
El destino sí existe y esta pareja lo deja patente con su historia. Se conocieron en Perú. Él iba con unos amigos y Beatriz iba con una amiga. Ambos viajaron para visitar a un amigo, amigos diferentes que casualmente trabajaban en Lima. Partieron hacia Perú en noviembre de 2018. Cuando Beatriz vio a Mateo en el avión supo que tenía que hablar con él. Tres días más tarde coincidieron en un restaurante en Cuzco y ahí fue donde decidió hablar con él. En el avión de vuelta a Madrid volvieron a coincidir y cuando aterrizaron, Beatriz preguntó si alguien vivía por Chamberí. “Mateo, sin apenas mirarme, me dio su móvil y me dijo: ‘pon tu dirección'”.
¡Beatriz y Mateo vivían al lado! Compartieron un taxi de vuelta y al día siguiente estaban quedando y así hasta el día de hoy.
Beatriz y Mateo: los novios
- Vestido de novia
El look nupcial de Beatriz fue obra de Mónica Calles. Nuestra protagonista siempre ha tenido claro lo que quería y cómo lo quería. Las manos de Mónica hicieron realidad el vestido de sus sueños, con tela de lino rústica, midi por delante y muy poca cola. Un vestido que se identificaba totalmente con su estilo.
Un diseño que aúna cuatro telas diferentes, destacando el lino de seda y con detalle cut-out. Beatriz renunció al blanco impoluto y apostó por un tono roto-beige que nos encanta.
“Ese día por la mañana, me vestí con mi madre y mi abuela y con varias amigas que llegaron al final. Mis mejores amigas desde pequeña: Bea, Lupe y Gema”
- Zapatos de novia
Beatriz quiso añadir una nota de color y combinó su vestido con unos zapatos aterciopelados en color caldera con tacón de rafia. Los personalizó así en Javier Gonzalo. A nosotros no nos pueden gustar más.
Los zapatos de novia deben ser cómodos. Son muchas horas de pie y el calzado no puede echar a perder un gran día. El diseño que escogió vea parece ser muy cómodo. Una sandalia, perfecta para los meses de calor como junio y con tacón medio y gordo. ¡Nos encantan, una gran elección!
- Joyas
Beatriz fue una novia sencilla en cuanto a joyas. Llevó su anillo de pedida de diamantes de Joyería Meseguer, que lo combinó con una manicura en oscuro.
Pendientes Art Deco de Numinsa.
- Ramo de flores
Nos encanta el ramo que escogió Beatriz, un ramo de flores secas preservadas y flores silvestres de Marqués de La Vaca. Trigo, lavanda, glixia y eucalipto.
- Maquillaje y peinado
Los encargados del look beauty de Beatriz fueron Belleza Absoluta de Cáceres. Maquillaje natural con ojos en tonos cobre para dar luz a la mirada y labios rosas.
En cuanto al peinado: moño sencillo y bajo con raya en medio. Beatriz quiso llevar velo realizado en la misma tela que el vestido.
- El novio
Mateo, nuestro novio, lució un chaqué gris de Old Jeffrey y chaleco de lino rústico beige, en sintonía con la novia.
- Madrina y madre de la novia
La madre del novio confió en su modista de confianza para su vestido. Un vestido de color verde esperanza, con cuello pico y mangas ligeramente abullonadas.
La madre de la novia apostó por un diseño de Roberto Diz.
Ceremonia y celebración
Beatriz y Mateo se casaron en Trujillo y lo hicieron aquí por varios motivos.
Mateo es de Madrid y Beatriz de Badajoz. Trujillo era el punto intermedio además de un sitio precioso para una Boda. “Es una ciudad peruana y también de donde es Francisco Pizarro, conquistador de Perú. Siempre hemos dicho que nuestra boda sería peruana-extremeña, con mucho pisco sour, jamón y queso”, nos cuenta la novia.
Nuestros protagonistas se casaron el pasado 11 de junio, en la Iglesia Santa María La Mayor. Una iglesia que se encuentra en el castillo. Beatriz se vistió en el Parador, donde durmió la noche del viernes con su madre y su abuela, sus dos pilares en la vida.
“He estado toda mi vida pensando en el día de mi boda y en lo nerviosa que iba a estar, pero casualmente ese día amanecí muy tranquila. Le había dedicado tanto tiempo y trabajo a la boda, que me sentía tranquila sabiendo que todo estaba perfectamente organizado y que iba a salir bien. Le llevé muchos huevos a las clarisas y, con tanto huevo, monté una ola de calor con 40ºC”, bromea Beatriz.
Nuestra novia llegó a la iglesia en el coche de su amiga, con su padre y el fotógrafo. Juntos fueron cantando hacia la iglesia. “¡Fue genial!”
Beatriz entró a la iglesia de la mano de su padre y con el sobrino de Mateo delante y sus dos primas mellizas detrás, como damitas de honor. Nos cuenta la novia que entró con pasó firme, intentado disfrutar al máximo del momento. Pero cuando escuchó la canción “Nuvole Bianche” y vio a todo el mundo, se derrumbó y entró con una mezcla de risas y llantos.
Después, el hermano de la novia tocó una canción al piano durante la comunión: “Rivers flows into you”, de Yurima. “No paraba de mirarle emocionada porque estaba muy nervioso y lo clavó”.
Después de escuchar las palabras de Bea, gran amiga de la novia, los novios salieron de la iglesia con confeti de pétalos de malva y flores secas.
Para trasladarse al lugar de la celebración, los novios escogieron un coche original y rústico, como toda la boda. Un Toyota Landcruiser con el que fueron hasta la finca y al que todos los invitados seguían. “Fue uno de los mejores trayectos de mi vida”.
La finca estaba decorada de lo más bonita. Celebraron la boda en el Palacio de Santa Cristina, un coto de caza en medio de la Dehesa Extremeña donde el Rey Emérito, Carolina de Mónaco y muchos más se han alojado durante la temporada de caza.
Nuestros novios no escatimaron con el picoteo y el servicio estuvo continuamente sacando comida. Pusieron una barra de quesos extremeños y una barra de pisco sour peruana. El menú también tenía un toque peruano. Primero los invitados degustaron tiradito de lubina con mango y aguacate. De segundo magret de pato al Pedro Ximenez. El novio es fan del chocolate y la novia fan de la tarta de zanahoria, así que pusieron un poquito de los dos postres.
- Invitaciones y papelería de boda
Las invitaciones en papel artesanal las hizo Papiro Studio.
Beatriz se dedica al marketing, pero también es pintora y vende cuadros personalizados. Quiso tener un detalle especial con sus invitados e hizo unos marcapáginas personalizados con una obra a cada persona, con el color con el que ella los identificaba. También hizo unas libretiras con un mensaje personalizado para cada uno. Un detalle que gustó mucho y con el que fue muy feliz.
- Regalos para las invitadas
Además de los marcapáginas y las libretas, los novios entregaron un ramo a las madres mientras sonaba la canción de Pretty Woman. También dieron otro a la abuela de la novia y a la hermana pequeña del novio. Y, por último, un ramo también para la mejor amiga de la novia, Bea. Todas se empezaron a abrazar y disfrutaron de un momento único.
- Invitada o invitadas más elegantes
Todas las invitadas y los invitados iban guapísimos. Pero nuestra novia destacada a su madre y a su mejor amiga Beatriz.
- Detalles deco
Lo más divertido de la boda, según la novia, fue el photocall. La pareja decoró la celebración con un photocall con una llama peruana de un metro y medio, gorros peruanos, un neón que decía “viva Perú” y una cámara Polaroid con un álbum y muchos carretes para inmortalizar momentazos como este.
Al final de la noche, la llama acabó en medio de la pista de baile.
- Fotógrafo
El encargado de captar los momento más especiales de este gran día fue Boda y Arte.
- Wedding planner
Nuestros novios organizaron su boda solos, ya que a Beatriz le encanta. ¡Y todo le salió de 10!
- Luna de miel
Después de unos meses de nervios por la preparación de la boda, nuestros novios han desconectado en un viaje muy especial por la Costa Oeste de EEUU y Bora Bora. ¿Qué más se puede pedir?
