Aunque la boda es cosa de dos, te guste o no, la organización de boda es cosa de muchos. Durante todo el proceso, escucharás opiniones hasta cuando no las pidas. Por eso hoy, LSC te da unas pautas para que no acabes tirándote de los pelos.

La organización de boda

La organización de boda es un proceso hermoso, pero duro. Son muchas las cosas de las que te encargarás: degustación de menús, elección de detalles, línea de la Boda, tipo de decoración, citas con proveedores… Todo esto te supondrá un gasto de tiempo y dinero y, muchas veces, te pondrá de los nervios.

Pero, eso no es lo único que te irritará. Lo que te terminará frustrando es que, después de escoger todo eso, venga alguien y te diga lo que opina sin que tú se lo hayas pedido. ¡Ah, por cierto!, su opinión será totalmente contraria a la tuya.

En LSC queremos que vivas tu organización de boda como el proceso más bonito de tu vida. Por ello, hoy queremos darte algunos consejos sobre cómo debes ser a la hora de afrontar las opiniones de los demás. ¡Es más sencillo de lo que crees!

Nuestros 5 consejos:

1. Sé paciente. En cuanto comiences a elegir cosas, muchos amigos y familiares comenzarán a “darte consejos” sobre cómo creen que podría ser mejor. Pero, si tu no lo piensas así… Sé paciente, se les acabará olvidando. Al fin y al cabo, es tu boda, no la suya. 

2. Sé positiva. En muchas ocasiones escucharás frases como: “eso no va a salir bien” o “es mejor que lo hagas así”. Pues bien, ignóralas. Para que algo salga a la perfección, debes ser optimista. No puedes controlar los imprevistos o saber qué va a pasar, pero está claro que cuando le pones ganas e ilusión a algo, casi siempre sale bien.

3. Deja que te ayuden. A veces, estarás tan estresada que hasta cuando alguien esté intentando ayudarte de verdad, pensarás que está intentando cambiar algo de tu boda. Por ese motivo, debes relajarte y delegar algunas responsabilidades en otros. ¡Confía un poquito en los demás! 

4. Sé flexible. La flexibilidad es la clave para no llegar loca y desesperada al gran día. Hay aspectos en la organización de boda que, realmente, no tienen importancia. Por ejemplo, si a tu madre le hace ilusión que tiréis arroz, pero tú quieres confeti. ¿Por qué no podéis hacer las dos? Debes ser un poco flexible. Hay cosas que no cambian nada.

5. Sé firme. Al igual que en el punto anterior te decíamos que debes ser flexible, en este te aconsejamos que también seas firme. Por ejemplo, tu vestido de novia. Es un elemento en el que la decisión final la debes tener tú. Eres la protagonista, por lo que debes ser tú la que esté cómoda y se vea guapa. Si a tu suegra no le gusta… ¡Mala suerte!