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La visita a Haría siempre debes contemplarla si vienes a Lanzarote, especialmente recomendable su mercadillo artesanal de los sábados, así como la última residencia del artista César Manrique, actualmente convertida en una casa-museo.
En mi última visita al pueblo disfruté de la gastronomía del restaurante Tacande, que tenía pendiente de probar.
No tiene pérdida su ubicación ya que está situado en la céntrica plaza del pueblo, la misma que los sábados ubica el mercado que les comentaba antes.
Lo primero que llama la atención a la llegada es su esmerada decoración, con guiños también a la artesanía local a través de sus lámparas.
La carta la protagoniza una propuesta creativa donde la fusión de distintas cocinas está bien presente. También fuera de la misma, según disponibilidad de productos, hay distintas opciones que nos recomiendan.
Nosotras éramos tan solo dos y nos decantamos para empezar por las croquetas de pulpo y el uramaki de langostinos que resultaron ser un espectáculo para el paladar.
Las croquetas increíbles de ricas y el sushi en tempura, crema de aguacate y mahonesa de sriracha de diez. ¡Para repetir!
Después nos pedimos un plato también para compartir y en esta ocasión tengo que decir que no nos dijo nada, fallamos en la elección. Se trató de los Canelones de carrillera con bechamel trufada que no cumplieron con nuestra expectativa.
Este pequeño mal sabor de boca nos lo quitó enseguida el postre que resultó, esta vez también, un acierto total.
Y es que el Brownie de Nutella con salsa de chocolate blanco y ras el hanout estaba realmente de vicio, a pesar que a mí el dulce no me apasione mucho. ¡Para chuparse los dedos, súper recomendable!
Regamos la cena con un malvasía de la casa que me habían recomendado algunos conocidos y a pesar de que no estaba mal, tampoco cumplió con mi expectativa y no volvería a repetir. Hay vinos de Lanzarote mucho mejores bajo mi humilde punto de vista.
¡¡¡ Apunténselo !!!
