El amor es maravilloso. Besos robados aquí y allá, en público y en privado, momentos únicos que hacen vibrar nuestros corazones. El fotógrafo callejero Mikael Theimer profundiza en este tema con sus fotos de "tortolitos pillados justo en el acto". Tomadas en París y Montreal, las imágenes capturan momentos espontáneos de emociones compartidas, que nos consiguen emocionar con su romanticismo.

Theimer se trasladó a Montreal desde Francia y fue recogiendo historias anónimas con su cámara, tomando la espontaneidad como base de su trabajo. Después creó una página fotográfica con sus amigos inspirado por el proyecto "Humans of New York".

Sus fotos simples y monocromáticas se centran en las parejas que se encuentran en plena calle. Sus retratos exploran la posibilidad de conectar su audiencia con todo el mundo, poniendo de relieve décimas de segundo de genuina emoción con la que todo el mundo puede sentirse identificada. "Simplemente me gusta ver a la gente enamorada, me parece bello y puro. Por un momento, nada de lo que pasa a su alrededor importa", declaró al Huffington Post.