El predicador de California Harold Camping, que había predicho que doscientos millones de cristianos serían llevados al cielo este pasado sábado día 21 antes de que la Tierra fuese destruida y nos fuéramos todos los demás a hacer puñetas, ha dicho que se sintió tan mal cuando su predicción no se volvió realidad que salió de su casa y se refugió en un motel con su esposa. Su ministerio