He ahí la imagen de la decadencia, la obesidad y la vagancia, todas juntas en una persona: el gordito Gavego. No pocos fueron los traumas psicológicos que nuestro querido amigo perdedor tuvo que afrontar a lo largo de su golpeada vida. Corría el 6to. año del cole, cuando el gordito bueno andaba feliz y "enamorado" de una mujer. Pero eso no es lo gracioso. Lo gracioso es que a esa mujer le decían la pelotuda, y como si ello no fuere poco motivo para burlarse del grasoso joven, me atrevo a decir que la famosa pelotuda anduvo, como picaflor su miel, por otros rumbos; vaya a saber uno por qué problemas de impotencia de nuestro camarada. Entre ellos, la Delia fue una de las flores en las cuales el picaflor "pelotudo" colectó rectar (nectar del amor, obviamente).
Para completar los padecimientos físicos, psíquicos y estéticos que sufrió el panzón; su gran amigo, la Diega Reyes, compinche, compañero de la noche; quien, además de propinarle reiteradas golpizas y goles de chilena al turco nasser (cosa que no trataremos en el post de hoy, ya que de lo contrario, me debería explayar varias páginas más), no sólo que lo hizo re cagar sino que además le cagó cuanta mujer el gordillo lograba arrinconar.
Estimamos que nuestro amigo el "cabeza de vagina" continúa aun vivo, ya que fuentes cercanas al mismo nos han comentado de que ECOGAS le cortó los servicios así que no ha tenido posibilidad de meter el valero en el horno...

Vamos campeón, recuperate.. queremos que vuelvas a ser el mismo Gavegue que en algún momento supiste ser!!