Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

LOS AÑOS NO PASAN (RESUCITANDO A LOS MUERTOS)

Cuando ingresó mi Abuelo al comedor, era la hora del almuerzo, todos lo habíamos estado esperando y como de costumbre llego digamos que a la hora es decir a la una de la tarde, portando su periódico en una mano y su sombrero que acaba de sacarse de la cabeza, inmediatamente puso su sombrero sobre el refrigerador, asimismo escondió su periódico mirándonos con desconfianza debajo de su trasero, es decir se sentó sobre él, de un momento a otro se puso muy triste, al enterarse en el parque del barrio, por intermedio de un congénere suyo que había fallecido recientemente un viejo amigo suyo, pero ingrata fue la sorpresa que a él nadie le había contado la noticia antes.


-¡Que tristeza!, y nadie me ha contado, recién ahora me entero que había fallecido mi amigo El Tipu Mora, que tristeza, decía mientras se frotaban la frente con la palma de la mano izquierda.

Todos nos quedamos callados, no sabíamos si reír o llorar.

-Pero quien te ha ido a contar eso, le preguntó mi madre muy curiosa.

-Un hombre del barrio, no recuerdo quien, pero me lo dijo un viejit, uno que anda sentado por las bancas de la plaza principal.

No quería almorzar, una extraña depresión lo embargó de momento.

Hasta que se nos ocurrió negarlo todo.

-Pero si esta vivo yo lo vi ayer en el mercado acompañado de su hija. Dijo mi madre.

-Si yo lo vi también en el parque comprando un periódico el día de ayer. Dijo mi tio.

De un momento a otro, todos empezamos a alentarlo a decirle que el Tipu Mora seguía vivo. Mi abuelo se alegró y terminó su almuerzo creyéndonos la buena nueva, al mismo estilo de Jesús lo hicimos resucitar en dos patadas, -hombres de poca fe- pensé, quien dijo que no se puede.

Así pasaron los días.

Dese aquella vez siempre va preguntando por diferentes amigos de su infancia, y siempre inventamos toda clase de historias, que se fueron a vivir a provincias, que migraron fuera del País o que terminaron viviendo en la Capital de la Republica.

El colmo de los colmos fue esta tarde donde estallamos en risa, ya que recordó a un viejo amigo de su padre, quien el jura y rejura que aún vive dos cuadras más arriba de la casa, pero las carcajadas fueron tales que empezó a sospechar, hasta que exigió una explicación, ante lo cual mi tío atinó a intentar razonar con él.

-Dime papá, ese señor Samanez que dices que vive era dices el mejor amigo de tu padre, ¿verdad?, preguntó a mi abuelo, a lo que éste respondió afirmativamente.

-¿Y cuántos años de diferencia había entre tu padre y el señor Samanez?, volvió a preguntarle mi tío a mi abuelo.

-Dos años. Respondió secamente mi abuelo.

-Ahora papá dime, ¿Tu padre sigue vivo?.

Mi abuelo puso cara de pocos amigos y desafiantemente le contesto:

-No estoy para preguntas tontas. E imitando a mi tío volvió a repetir la pregunta en tono burlón "¿papá tu papá vive?", ¡no seas!, no estoy para preguntas tontas. Repitió amargamente mi abuelo.

-Ya no te amargues papá, pero te das cuenta, entonces si tu papá ya no vive, quiere decir que SAMANEZ esta.....

Todos esperábamos que una pisca de lucidez embargara la cabeza de mi abuelo, pero un silencio producto de la expectativa pobló el comedor y un pedo profundo reventó debajo de la mesa, era de mi abuelo.

-¿Por qué me miran todos así?, ¿qué hay?, ya les he dicho que SAMANEZ sigue vivo, ayer lo vi si vive a dos casas de la nuestra.

Inmediatamente tocaron la puerta de la casa, Cirila fue corriendo a abrir. Se trataba de Carazas su viejo amigo de la infancia, al tomar asiento, nos contó su travesía del día.

-Si supieran que todo el día me la he pasado buscando a mis padres, ¡ay!, si supieran. Juan, porque no me acompañas necesito tu ayuda.

Mi abuelo lo miró un poco confundido, había cierta extrañeza en sus ojos.

-¿Qué Carazas?, ¿tus padres siguen vivos?.

-Claro Juancito, respondió.

Mi abuelo solo se calló miro al piso resignado el piso.

-Bueno vamos, seguramente deben estar en la plaza, le dijo a su amigo.

Los dos abandonaron el comedor, uno más confundido que el otro.





This post first appeared on ¡TRANQUILO!...ES SÓLO MI ABUELO, please read the originial post: here

Share the post

LOS AÑOS NO PASAN (RESUCITANDO A LOS MUERTOS)

×

Subscribe to ¡tranquilo!...es SÓlo Mi Abuelo

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×